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EXPERIMENTANDO EN EL ESPACIO
Entre el material experimental que ha salido a bordo de la nave que ha partido hacia la Estación Espacial Internacional este mes hay un montón de lechugas de una variante llamada Tokyo Bekana. La gente de la NASA quiere saber qué le pasa a la lechuga en microgavedad. Para eso, algunas de ellas serán comidas por los astronautas mientras que el resto serán congeladas en la ISS y, tras unos meses, devueltas a la Tierra.
Si a la lechuga no le pasa nada raro, la NASA incluirá semillas de Tokyo Bekana en el primer viaje tripulado a Marte para que los astronautas puedan cultivarlas y alimentarse con ellas.
Junto con las lechugas, en la ISS también han recibido un hongo.
El plan consiste en desarrollarlo al mismo tiempo en la Tierra y en la Estación Espacial para ver las diferencias entre ambos. Si la microgravedad no le afecta, los astronautas que vayan a Marte podrán usarlo para fabricar sus propias medicinas durante el viaje.
Y además de las lechugas y del hongo, el envío incluye también 20 ratones.
Los inquilinos de la ISS van a probar en ellos un nuevo anticuerpo desarrollado por una farmacéutica estadounidense. ¿Su objetivo? Evitar uno de los mayores problemas a los que se enfrentarán los astronautas que realicen viaje largos: el deterioro de la masa muscular.
Pero seguramente el experimento más espectacular es el de la fotocopiadora de ADN
Este aparato, llamado termociclador, se basa en un fenómeno conocido desde los años '80: la reacción en cadena de la polimerasa. La duda es si funcionará en el espacio. Según los investigadores, sería muy útil para descubrir ciertas patologías habituales entre los astronautas como la inmunodefinciencia.
A los habitantes de la Estación Espacial Internacional les espera un montón de trabajo en los próximos meses. Suponiendo que comer lechuga en el espacio pueda considerarse un trabajo.