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ONOMÁSTICAS LUNARES
Este 2017 nos va a traer 12 lunas llenas, y cada una de ellas tiene un nombre extraoficial basado en la época del año en la que se produce.
Como cada año, en este 2017 la Luna nos mostrará su cara totalmente iluminada una vez al mes en el fenómeno que conocemos como Luna llena, siendo el próximo día 12 la primera de todas. Según los nativos algonquinos de Canadá y Estados Unidos, esta primera Luna llena se llamará la del Lobo... pero ésta no es la única que tiene nombre propio, ya que todos los plenilunios de 2017 ya están bautizados.
La mayoría de los nombres de este año proceden del Almanaque del Granjero en Estados Unidos, nomenclatura heredada casi en su totalidad por la que utilizaron los ya mencionados algonquinos. Sin embargo, la suya no es la única, ya que distintas tribus alrededor del mundo tienen sus propios nombres para nombrar a los plenilunios.
12 de enero: Luna del Lobo. Llamada así porque las noches de este mes eran las que más solían escucharse los aullidos de los lobos en los poblados nativos de los algonquinos.
11 de febrero: Luna de Nieve. Merecido nombre para el mes en el que más nieve se precipita en la superficie.
12 de marzo: Luna del Gusano. Debido a las formas que provoca el deshielo en la superficie. Estos canales en forma de gusano anuncian la llegada de la primavera.
11 de abril: Luna Rosa. El color rosáceo de las primeras flores primaverales son el motivo del nombre de la Luna de este mes.
10 de mayo: Luna de las Flores. Apropiado nombre para el mes en el que las flores están en su máximo esplendor.
9 de junio: Luna de las Fresas. En este mes, los nativos recolectaban este fruto.
9 de julio: Luna del Ciervo. Estos animales desarrollaban su nueva cornamenta durante este mes.
7 de agosto: Luna del Esturión. Este pez era pescado sobre todo a lo largo de este mes.
6 de septiembre: Luna de la Cosecha. Las noches de Luna llena y las inmediatamente anteriores y posteriores de este mes eran aprovechadas para recolectar por los nativos, ya que su luz hacía que las jornadas se alargaran al máximo, dilatando así las jornadas recolectoras.
5 de octubre: Luna del Cazador. Los animales en esta época han comido lo suficiente para afrontar el largo y duro invierno, así que tienen buen peso, circunstancia que los nativos aprovechaban para salir de caza.
4 de noviembre: Luna del Castor. Antes de la congelación de los lagos, los nativos debían cazar castores para obtener pieles para pasar el invierno y éste era el momento de darles captura.
3 de diciembre: Luna Fría. Las noches más largas del año hacían que el frío se apoderase de la oscuridad.
Como ya dijimos en el calendario de lluvias de estrellas, eclipses y superlunas, los dos eclipses lunares coincidirán con la Luna de Nieve y con la Luna del Esturión, mientras que la única superluna de este año será la noche de la Luna Fría.
Lo que no tendremos este año es la Luna Azul, es decir, la segunda Luna llena de un mes, ni tampoco ninguna Luna Azul estacional, es decir, el cuarto plenilunio de una misma estación.
Pero da igual que sea de Nieve, de las Flores o del Castor, un plenilunio siempre es un buen momento para sacar los prismáticos o un pequeño telescopio y disfrutar de la Luna en su máximo esplendor.