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EUROPA Y RUSIA BUSCAN LA CONQUISTA DEL PLANETA ROJO
Las sonda Schiaparelli (EDM – Entry, Descent and landing demonstration Module) y TGO (Trace Gas Orbiter) han llegado a Marte. El orbitador funciona y emite señales, pero la sonda no se sabe si ha sobrevivido. A media mañana, rueda de prensa para informar al respecto.
El módulo Schiaparelli, técnicamente conocido como EDM (Entry, Descent and landing demonstration Module), entró en Marte, pero no sabemos si ha sobrevivido al viaje o no porque no emite señales. Al menos, de momento.
El seguimiento de la secuencia automática de descenso ha sido de infarto. Schiaparelli salió de su hibernación y más de una hora más tarde, la sonda hizo contacto con la atmósfera marciana -la agencia espacial europea ESA tenía una velocidad prevista de 21.000 km/h-. Por el mero hecho de la fricción atmosférica, en los minutos siguientes la velocidad estimada se redujo a los 1.650 Km/h cuando la sonda ya estaba a 11 kilómetros de altitud.
Posteriormente, se desplegó el paracaídas principal hasta lograr una velocidad de 320 km/h, cuando Schiaparelli estaba a unos siete kilómetros de la superficie marciana. Después, llegó el momento de prescindir del escudo térmico, aquél que absorbió la temperatura provocada por la fricción atmosférica.
Fueron entonces unos minutos tensos, en los que la ESA informaba en redes sociales de que la pérdida de señal era totalmente normal, a la espera de que la sonda Mars Express retomara el contacto y replicase de nuevo la señal del lander desde Marte hasta la Tierra.
Tras desprenderse del escudo, el paracaídas secundario debía tirar de la cubierta superior de la cápsula, dejando a Schiaparelli en caída libre a 240 Km/h durante 200 metros, hasta llegar a 1,1 kilómetros de altitud sobre la superficie marciana.
En ese momento, la sonda viajaba a 250 km/h y era necesario que se encendieran los retrocohetes que frenarían hasta descender a dos metros de altura, momento en el que la velocidad se reduciría a cero. Finalmente, los retrocohetes se apagarían y Schiaparelli se precipitaría contra el suelo de Meridiani Planum. Han sido los bajos deformables de la sonda los que tenían que absorber el impacto.
A las 18.30 horas, aún se esperaba señal que confirme el éxito de la misión, por lo que se teme que el ingenio no sobreviviera al aterrizaje. A media mañana de este jueves hay prevista una rueda de prensa para actualizar la información.
Por otro lado, la otra sonda de esta primera fase, TGO (Trace Gas Orbiter), hizo su entrada orbital de manera correcta, según informó la ESA. En esta misión, está previsto que Schiaparelli nos enviase datos científicos de manera inmediata, mientras que TGO no lo hará hasta diciembre de 2017.
Pero no olvidemos el verdadero propósito de la nave: saber si Europa y Rusia eran capaces de aterrizar en Marte de manera suave para, allá por 2020, lanzar la segunda parte de la misión ExoMars con un 'rover' a bordo y repetir el aterrizaje.
Estamos ante un momento histórico para la ESA, pero también para la agencia espacial rusa Roscosmos, que de esta forma se podría quitar la espina que tenía clavada en sus viajes a Marte.