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LAS FOTOS MÁS ESPECTACUALES DEL TELESCOPIO ESPACIAL EN SU 25 ANIVERSARIO

Hubble lleva 25 años retratando los lugares más oscuros del cosmos

Un cuarto de siglo ha pasado desde que el telescopio espacial Hubble pisó “suelo espacial”. No fue un camino fácil, pero se logró convertir a ese artilugio del tamaño de un autobús en el telescopio más famoso de la historia, obteniendo una gran cantidad de datos científicos e innumerables imágenes que se han convertido en auténticos iconos.

Pocos sabían que la carga útil de la trigésimo quinta misión espacial de los transbordadores espaciales iba a durar tanto en el espacio. Y es que esa misión, denominada STS-31, llevaba a bordo una valiosísima carga: el telescopio espacial Hubble, un ingenio fraguado en las manos de la NASA y la ESA.

Y fue el transbordador Discovery el que el 24 de abril de 1990 lo puso en órbita. Veinticinco años han pasado desde entonces. Aunque el Hubble no es el telescopio más grande construido por el hombre, el hecho de estar por encima de la atmósfera hace que disponga de una privilegiada atalaya desde la que observar los rincones más oscuros del cosmos.

Y, aunque en sus primeros días se le diagnosticara una miopía donde tanto el prestigio como el futuro de la NASA se pusieron en duda, consiguieron solucionarla instalando un instrumento que corregía ese defecto. Y, a partir de entonces, todo fueron bocas abiertas y pelos de punta al contemplar las imágenes que nos ofrecía.

Sus 13 metros de longitud y los 2,4 metros de diámetro, por su tamaño lo podríamos definir como un “autobús con paneles solares”, donde sus 11 toneladas de masa orbitan alrededor de nuestro pequeño planeta a una altura de 600 km. Aproximadamente, dando una vuelta cada 97 minutos.

Sin embargo, el Hubble no sería lo que es sin los instrumentos que lo acompañan en su viaje. Gracias a ellos el Hubble es capaz de mostrarnos el universo ultravioleta, visible e infrarrojo cercano. Las imágenes astronómicas a las que estábamos acostumbrados, nos asombraban: galaxias, alguna nebulosa, grandes estructuras del cosmos… nos dejaban con la boca abierta.

No obstante, todo cambió el 1 de abril de 1995 cuando el Hubble llevaba casi cinco años en órbita. Ese día nos trajo una imagen que cambió nuestra forma de ver el universo que nos rodea: Los Pilares de la Creación se hace llamar esa imagen y nos muestra unas columnas de gas y polvo que hizo que nos maravillásemos con la grandeza que podíamos encontrar ahí fuera. Hoy, esa imagen es un icono y mucha gente asocia esa grandeza a la del propio telescopio Hubble.

Ese mismo año, en las navidades y aprovechando las vacaciones, dejaron al Hubble observando una zona oscura del cosmos para ver de lo que era capaz el telescopio. El obturador del telescopio estuvo abierto durante 10 días sin descanso para intentar apreciar las estructuras más tenues del universo. El resultado todavía sigue maravillando: allá donde aparentemente no había nada, aparecieron miles de galaxias haciendo ver que el universo era un lugar repleto de estructuras. Allá donde se observase, aparecían objetos.

Como mínimo hasta 2016 está asegurado el funcionamiento del Hubble, y seguramente nos seguirá sorprendiendo porque su funcionamiento sigue estando al 100%. Su sucesor, el James Webb Space Telescope, lo tendrá difícil, pero la ciencia y la tecnología han avanzado y será un gran relevo.

De todos modos, el Hubble será el instrumento que nos abrió los ojos al universo.Y, como curiosidad, para celebrar los 20 años de la archiconocida imagen de Los Pilares de la Creación, el Hubble volvió la vista a la Nebulosa del Águila para captarla con instrumentos renovados, y como regalo, nos ofreció su vista en el espectro infrarrojo demostrando que el telescopio está en perfectas condiciones para seguir haciendo ciencia de calidad, pero también para seguir sorprendiéndonos con imágenes que dejan maravillada hasta a nuestra propia imaginación.

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