Astronomía, divulgación, descubrimientos, ecología, innovación...
ESTOS METEOROS VIAJAN A MÁS DE 49 KILÓMETROS POR SEGUNDO
Apenas once días después de que la naturaleza nos haya obsequiado con las virgínidas, disfrutaremos de una nueva lluvias de estrellas. Nos referimos a las líridas, considerado uno de los mayores eventos astronómicos de la primavera.
Podremos ver cómo las líridas surcarán el cielo entre el 14 y el 30 de abril. Sin embargo, será en la noche del 22 al 23 cuando se produzca el momento de mayor actividad.
Las previsiones hablan de hasta 20 meteoros por hora, una cantidad interesante para disfrutar de este espectáculo astronómico. Mucho más si tenemos en cuenta que suelen ser de un buen tamaño.
Por encima de las cifras, la realidad es que año tras año las líridas no defraudan y siguen llamando la atención de aficionados y curiosos, que deciden alejarse de la ciudad para observarlas.
Pero este año habrá que tener en cuenta algunos pequeños inconvenientes que, quizás, hagan que luzcan menos de lo que nos tiene acostumbrados. La luna está en fase gibosa menguante, muy cerca de la luna llena, lo que implicará una luminosidad por encima del 85 %.
Por tanto, será más fácil verlas antes de medianoche.
Las líridas son los restos de la cola del cometa Thatcher, que visita nuestro sistema solar cada 415 años. De hecho, la última vez vez fue en 1861 y se espera que vuelva otra vez en 2276.
Cada año, en las últimas semanas de abril, la Tierra pasa a través de esta nube de restos polvorientos, por lo que algunos de estos se introducen en la atmósfera y crean esta lluvia de meteoros. Luego, se introducen en la atmósfera y se desintegran a una velocidad de 49 kilómetros por segundo.
Esta lluvia de estrellas es bien conocida desde la antigüedad. Los registros más antiguos se conservan en el libro chino de crónicas ‘Zuo Zhuan’, del 687 a. C. En 1982 sorprendió a los aficionados con una actividad de hasta 250 meteoros en una sola hora.
Una cifra modesta si lo comparamos con las 500 por hora que sobrevolaron Europa en 1922.
El nombre de las líridas se debe a que su radiante se ubica en la constelación de la Lira. Encontrarla no es difícil, ya que su estrella más brillante, Vega, se eleva hacia el este justo antes del 24 de abril, para convertirse en la estrella más brillante de esa parte del cielo.
Si todo esto no fuese suficiente, cuando se aproxime el alba podrás observar otro fenómeno muy interesante. En la parte baja del cielo sudoccidental contemplarás cómo la Luna se acerca al planeta Júpiter, hasta situarse en lo alto del cielo sur al alba. Este fenómeno hará que la noche sea todavía más especial.