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LA NASA ABRE LA POSIBILIDAD DE BUSCAR VIDA EN UNA LUNA DE JÚPITER
La NASA ha asignado por primera vez presupuesto fijo para una eventual misión a una de las lunas de Júpiter, donde podrían darse condiciones para albergar vida. La eventual misión, en cualquier caso, no se produciría antes de unas décadas.
No, no estamos de campaña por las elecciones europeas. Bueno, casi, pero no nosotros. El título de este artículo no va de eso, sino de Europa, una de las muchas -sesenta y siete- lunas de Júpiter, que desde hace un tiempo, y con especial intensidad en los últimos meses, centra las esperanzas de muchos investigadores por encontrar vida relativamente cerca. De hecho, es una de las grandes, y que conocemos desde hace cinco siglos porque Galileo la descubrió junto a algunas hermanas.
Lo de 'relativamente' es que ya se sabe cómo son las mediciones astronómicas. Este satélite, de tamaño similar a nuestra Luna, orbita al planeta gigante a una distancia media de la Tierra de 628 millones de kilómetros, lo que es cinco veces más que la distancia que hay entre la Tierra y el Sol. Casi nada.
¿Qué hay en Europa? Poca cosa: hielo, una capa de entre cien y trescientos kilómetros de hielo casi lisa y uniforme rodeando todo el satélite. De hecho, allí hace muchísimo frío, ya que está bastante lejos del Sol, sobre unos -170ºC. Y eso no es lo peor: la proximidad al gigantesco Júpiter hace que Europa tenga una enorme carga electromagnética y, además de eso, registre unos elevadísimos niveles de radiación.
¿Cómo demonios va a haber vida entonces en un lugar así? Efectivamente, no está en esa 'zona habitable' que se supone que traza una distancia segura del Sol para alojar vida tal y como la conocemos, con temperaturas razonablemente soportables. Pero es que Europa, a pesar de lo dicho, tiene algunas cosas buenas. Por ejemplo, atmósfera. Y oxígeno. Y algo mejor aún que ambas cosas: agua, muchísima agua, mucha más que la Tierra. Y encima con una alta concentración de oxígeno.
Congelada, claro.
Sí, pero sólo en parte.
En nuestra Antártida, debido a la presión, bajo el casquete de hielo hay grandes zonas de aguas líquidas, con lagos subterráneos y flujos variados. En Europa se tienen indicios de que pasa algo similar bajo la enorme capa de hielo, pero no tanto por la presión sino por el efecto de la cercanía de Júpiter. Sería algo similar a la influencia que tiene sobre nuestras mareas la aproximación o alejamiento de la Luna. Pero a lo bestia, claro.
Esos indicios se basan en que se han registrado en los últimos años lo que parecen enormes géiseres de agua a presión expulsados por las grietas del hielo en columnas de hasta doscientos kilómetros de alto.
¿Y qué se supone que se puede encontrar allí? La idea es que, dadas las circunstancias, quizá se pudiera encontrar alguna forma de vida en las profundidades, bajo la presión, el frío intenso y en la más remota oscuridad.
Con todas esas esperanzas se tomaron algunas decisiones en el pasado y se han tomado otras ahora. En el pasado, por ejemplo, se decidió estrellar la sonda espacial Galileo contra Júpiter una vez su misión había terminado para evitar que, dejándola a la deriva, acabara estrellándose contra Europa y contaminando el entorno con posibles restos microbianos llevados desde la Tierra. Ahora se ha decidido por primera vez invertir dinero para una posible misión en el futuro.
¿Cuánto? Quince millones de dólares, lo cual es prácticamente nada para una misión espacial de esa envergadura.
Pero claro, llegar ahí sería costosísimo. No hasta Europa, que también, sino hasta esas profundidades donde quizá podría haber vida. La idea es aprovechar esos géiseres, que supuestamente arrastran agua del fondo de Europa hasta su atmósfera para que se pudieran recoger muestras sin tener que aterrizar sobre la superficie, perforar el suelo y llegar hasta las corrientes de agua subterráneas.
En cualquier caso se estima que hasta dentro de una década no seríamos capaces de enviar una misión tripulada a Marte, que está muchísimo más cerca... ¿porqué el revuelo con Europa de pronto? ¿Por esos quince millones? Bueno, porque son quince millones sólo para Europa, además de otras partidas presupuestarias que contemplan cosas como enviar a humanos fuera de la Tierra, por lo que podría sumarse más dinero a la causa.
No suena muy concluyente, pensarás.
En realidad lo más 'esperanzador' para quienes albergan esperanzas de que Europa pueda guardarnos alguna sorpresa es que la NASA nombre al satélite dos veces en el resumen presupuestario que acaba de hacer público. Una de las veces habla de "una misión potencial" y en la otra concreta con "trabajo de preformulación para una misión potencial".
Lo dicho, poco concluyente.
Mucho más se cita a Marte (once veces) o Júpiter (cuatro), pero las mismas veces se nombra a Venus o Plutón y menos a Mercurio y Saturno (una) o Neptuno y Urano (ninguna). Dos veces en treinta páginas, primera partida presupuestaria fija y adelantando en interés a todos los planetas salvo Marte, donde ya hay misiones en marcha, o Júpiter, que es su planeta de referencia.
Definitivamente, NASA tiene interés en Europa. Por algo será...