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¿HABRÁ MUERTO E.T. CUANDO NOS LLEGUE SU LLAMADA?
La búsqueda de vida extraterrestre es una de las grandes obsesiones de la NASA, que va a lanzar una nueva sonda, TESS, para descubrir nuevos exoplanetas en los próximos dos años. Ahora bien, ¿qué ocurriría si recibiéramos señales alienígenas desde la Tierra?
Según un nuevo estudio de la Escuela Politécnica Federal de Lausana (Suiza), lo más probable es que esos alienígenas ya se hayan extinguido cuando escuchemos el mensaje. Para llegar a esta conclusión, han actualizado la famosa ecuación de Drake.
Formulada en 1961 por el astrónomo Frank Drake cuando trabajaba en el Observatorio Nacional de Radioastronomía de Virginia Occidental, esta ecuación estima la cantidad de civilizaciones extraterrestres que podrían existir usando variables como el número de estrellas que nacen cada año o la cantidad de planetas que podrían ser habitables.
Si la civilización que envía las señales se extingue en menos de 100.000 años, el tiempo que tarda la luz en cruzar la galaxia, las probabilidades de que las señales que nos llegan provengan de una civilización que todavía está transmitiéndolas son muy pequeñas. Así lo afirma este nuevo estudio, en el que ha participado el propio Drake, ahora profesor emérito del Instituto SETI.
Como referencia, los humanos hemos estado transmitiendo ondas de radio al espacio durante unos 80 años, por lo que nuestras ondas cubren menos del 0.001 % de la Vía Láctea. Además, teniendo en cuenta la frecuencia de las señales que enviamos al espacio, la hipotética civilización alienígena debería estar a una distancia máxima de 50 años luz para poder recibir nuestra señal y devolvérnosla.
“Si la civilización emitió desde el otro lado de la galaxia, cuando la señal llegue aquí, la civilización ya habrá desaparecido” ha explicado Claudio Grimaldi, uno de los autores de este estudio, publicado en ArXiv y aún pendiente de revisión por pares.
Cuando una civilización inteligente desapareciera y dejara de transmitir, las señales que ha enviado continuarían viajando por el espacio de forma similar a como lo hacen las ondas concéntricas que se propagan en un estanque. Así, las transmisiones que lleguen a la Tierra podrían ser señales fantasmas: provendrían de “civilizaciones extinguidas hace tiempo, mientras que las civilizaciones aún vivas estarían mandando señales aún pendientes de llegar”, según los autores del estudio.
Los investigadores esperan que su revisión de la ecuación de Drake ayude a mejorar nuestras posibilidades de encontrar señales de radio en el espacio. Que los extraterrestres que encontremos estén vivos, en caso de que los haya y sean tecnológicamente avanzados, parece otro cantar.