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DE HECHO, ASÍ SE MOLDEARON LOS ANILLOS
De vez en cuando algún fragmento de asteroide se cruza con los anillos de Saturno. De hecho, si la sonda Cassini casualmente está observando esa zona podemos ver cómo se deforma alguno de los anillos por su efecto. Eso es lo que captó hace unos días en el anillo F, donde se aprecia cómo el anillo se ve interrumpido debido a un impacto. Además, en la imagen completa también se puede apreciar la luna Pandora, abajo a la derecha, contemplando la escena.
En realidad, ese hecho puntual explica el origen de los propios anillos del gigante planetario. Pero empecemos por el principio.
Galileo Galilei observó los anillos de Saturno por primera vez en 1610. Pero no crean que los vio como los podemos ver hoy a través del Hubble, ni mucho menos: Galileo apreció dos apéndices a modo de orejas a ambos lados del planeta, y así lo reflejó en sus dibujos. En realidad fue Huygens, 45 años más tarde, el que sugirió que esas ‘orejas’ eran en realidad un disco de materia delgado y plano.
Poco a poco se fueron observando con más detalle y hasta el día de hoy se han llegado a diferenciar un total de siete anillos dentro del sistema. La pregunta es: ¿cómo se formaron? Ha habido muchas respuestas a esa pregunta, aunque la más sólida es la que dio Robin Canup, investigadora del SwRI (Southwest Research Institute de EEUU, en un artículo publicado en 'Nature'.
La interpretación de Canup explica la estructura de los discos a través de los satélites ancestrales que orbitaban a Saturno, muchos de ellos de gran tamaño, y que todos ellos, excepto Titán, fueron cayendo hacia el planeta por su influencia gravitatoria. En este acercamiento espiral al planeta, los satélites menores fueron destruidos quedando sus capas superficiales heladas en el espacio, orbitando al planeta, mientras que la parte rocosa de las lunas fue absorbida por Saturno.
De esta forma, tras sucesivas interacciones con aquellas grandes lunas se fue formando el cinturón de hielo inicial a base de grandes fragmentos. Poco a poco, y a través de choques e interacciones con cometas y asteroides, incluyeron pequeños fragmentos de roca que fueron diluyéndose alrededor de Saturno hasta alcanzar la forma que tienen actualmente.
No sólo Saturno tiene anillos: Júpiter, Urano y Neptuno también los tienen y, probablemente, se formaron de un modo similar a los de Saturno. Si Galileo hubiera podido ver las fotos de Cassini...