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EL MÓDULO DA SUS PRIMERAS SEÑALES DESDE NOVIEMBRE
La sonda Rosetta, que orbita a unos 20 kilómetros del cometa, recibió la pasada noche una corta señal de unos 40 segundos procedente de Philae, lo que indicaría que sus baterías se han reactivado y que el aparato ha podido resistir las condiciones climáticas y ambientales, informa EFE.
El pasado 12 de noviembre, Philae se posó en la superficie del cometa, y permaneció operativo durante casi 57 horas, consiguiendo enviar datos valiosos, aunque posteriormente, al quedar en una zona oscura del cuerpo celeste, no pudo recargar sus baterías solares y entró en hibernación.
A unos 500 millones de kilómetros de la Tierra, Philae ha despertado por fin. Como si hubiera escuchado todos los tuits que se lo pedían con un silencioso #WakeUpPhilae, el robot de la ESA ha enviado una señal a Rosetta.
El robot llevaba sin batería desde noviembre; su energía se agotaba a las pocas horas de aterrizar sobre la superficie del cometa P67/Churyumov-Gerasimenko. Después de rebotar en varias ocasiones, terminó posándose en una zanja (Abydos) donde no podía recibir la luz del sol. La ESA no conocía su ubicación exacta y en enero había dejado de buscarlo.
Para salir de su letargo, el interior del explorador metálico debía alcanzar los -45°C y ser capaz de generar el menos 5,5 vatios de energía en sus placas solares. No obstante, necesitaba llegar a los 19 vatios para empezar a operar y comunicarse con Rosetta.
Una vez despierto, los expertos de la ESA sabrán si todos los sistemas funcionan correctamente y cuál es el estado de las baterías recargables. Los diez instrumentos de medida que recogen datos sobre el cometa dependen de esta información.