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VEREMOS UNA LUNA LLENA UN 30% MÁS BRILLANTE
La noche del domingo al lunes, el cielo se achica gracias a la segunda superluna de este verano. El primero de estos fenómenos astronómicos se dio el pasado 12 de julio y habrá un tercero el 9 de septiembre.
La segunda parte de esta Luna nueva tan anómala hace que veamos al satélite, de nuevo, un 14% más grande y un 30% más brillante, aunque solo se trate de un matiz óptico. Esta fase lunar que comienza esta noche del 10 al 11 de agosto tropieza con otro de los hitos astronómicos más anhelados de agosto: las Perseidas, la tradicional lluvia de estrellas de agosto del 11 al 13 de este mes.
La superluna o Luna gigante se produce en épocas de Luna llena en las que nuestro satélite está a menos del 90% de su máximo acercamiento a la Tierra en el recorrido de su órbita. Es decir, cuando nuestro planeta, la Luna y el Sol están en una misma línea y la Luna en su posición más próxima a nosotros.
Los científicos prefieren utilizar 'Luna en perigeo' (punto más cercano de la órbita elíptica, frente al opuesto, apogeo), puesto que el concepto mediático de superluna lo acuñó un astrólogo cuando lo vinculó de manera apocalíptica con el terremoto y tsunami de Japón de 2011.
"La superluna es una mala noticia para las Perseidas. El resplandor lunar borra el fondo negro aterciopelado idóneo para ver los meteoros débiles. Sin embargo, las Perseidas son ricas en bolas de fuego mucho más brillantes que Júpiter o Venus, por lo que las disfrutaremos a pesar de todo", explica Bill Cooke, de la Oficina de Medio Ambiente sobre Meteoritos de la NASA.
El fenómeno lunar de estas noches, por tanto, competirá en protagonismo con las Perseidas. Y será una lucha cuerpo a cuerpo, con el cielo como ring.