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PUBLICACIÓN CIENTÍFICA
Si otros planetas de nuestro Sistema Solar tienen más de una luna (Marte, nuestro vecino más próximo tiene dos), ¿por qué la Tierra únicamente iba a tener una? Esto es lo que se han planteado los astrónomos que han publicado el estudio Earth's Minimoons: Opportunities for Science and Technology en Frontiers in Astronomy and Space Sciences.
Lo que han concluido es que han existido y podría volver a verse “pequeños objetos en el espacio que regularmente entran en órbita alrededor de la Tierra. Son tan solo de uno o dos metros de diámetro”, pero ofrecen una oportunidad única a los científicos para estudiar el ciclo de vida de los asteroides.
Como indica el estudio, “hace 12 años, el Catalina Sky Survey descubrió el primer objeto geocéntrico natural conocido de la Tierra, además de la Luna, un asteroide de unos pocos metros de diámetro designado como 2006 RH 120. A pesar de las mejoras significativas en la tecnología de telescopios y detectores terrestres en la última década, las prospecciones de asteroides no han descubierto otro orbitador capturado en los últimos años”.
Este asteroide en un primer momento se pensó que era una de las partes del Saturno S-IVB, el cohete desde el que fue lanzado el Apolo 12 (1967), pero pronto se descubrió que no, que podía ser una de esas pequeñas "minilunas" que nos orbitan. Volvió a entrar en nuestra órbita 13 meses después y se espera que vuelva a pasar cerca de nosotros en 2027.
No obstante, los astrónomos creen haber detectado más: “el sistema de detección de meteoros en todo cielo que opera en la República Checa como parte del European Fireball Network detectó un meteoro natural brillante que casi con certeza estuvo en una órbita geocéntrica antes de que golpeara la atmósfera de la Tierra”, detallan en el informe.
Y hay esperanza de que se puedan encontrar más de estas minilunas temporales. Gracias al nuevo telescopio espacial LSST, que se construye en el norte de Chile y cuya puesta en marcha está prevista para 2022, se podrán detectar estas minilunas temporales de una manera más eficaz de la que se hace hasta ahora.
Así que, por el momento, puedes estar tranquilo cuando mires el firmamento y veas la Luna. Seguirá siendo el único satélite natural que nos orbite.