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LA NASA recibe el beep del aterrizaje
La maniobra de entrada de InSight, descenso y aterrizaje ha sucedido tal y como estaba prevista, aunque las primeras comunicaciones han tardado unos segundos más de lo estimado.
Luego, el paracaídas y el radar han funcionado tal y como los científicos tenían planeado. Los retrocohetes han funcionado a la perfección, desde NASA daban la altimetría cada segundo y finalmente... ¡Touch Down! InSight ha aterrizado.
Poco después, tal y como se planeó, a las 21:01 ha llegado la confirmación de que la sonda está vivita y coleando enviando una imagen del suelo marciano. Ha llamado la atención la cantidad de piedrecitas que había. Ahora, a esperar que se deposite el polvo dentro de una media hora y proceder a abrir los paneles.
El martes a primera hora se recibirán los primeros datos del instrumental español que viaja a bordo de la nave.
Todo comenzó el 5 de mayo de 2018 cuando la sonda InSight de la NASA despegaba rumbo a Marte. Y en agosto anunciábamos que estaba a mitad de trayecto. Pues bien, el momento del aterrizaje se culminó con éxito.
Un aterrizaje en Marte no era tarea fácil. Todo comienzó a las 20:40, cuando faltaban 14 minutos para tocar suelo marciano. Es cuando la cápsula que albergaba a InSight se desprendía del módulo de crucero, aquél que le ha guiado para llegar a Marte. A partir de entonces era como si InSight viajara sin GPS.
Tras ajustar su inclinación para no incinerarse, la NASA estimaba que la cápsula entraría en la atmósfera marciana a unos 19.800 km/h y 128 km de altura sobre la superficie de Marte. La fricción con la atmósfera calentaría el escudo térmico hasta los 1.500º C.
Con esa fricción la velocidad de reducía considerablemente. A la velocidad será de unos 1.500 km/h y la altura de 12 km sobre la superficie. En ese momento se desplegaría el paracaídas, que reduciría todavía más la velocidad. Esos eran los planes de la NASA y casi a la perfección sucedió así.
De hecho, 15 segundos tras el despliegue la fricción atmosférica ya no sería un problema y la cápsula se desprendería del escudo térmico. Con esto, la parte baja de la sonda quedaba expuesta y segundos después activaría las patas de apoyo de la sonda.
Luego, entra en funcionamiento el radar de InSight, situado entre las tres patas del lander InSight. Este radar dará la información de la altura a la que se encuentra el lander en todo momento. El primer dato de respuesta llegaría un minuto después, estimaba la NASA.
Cuando pasaran unos 20 segundos de la llegada de esa primera señal la altura sería de unos 1.100 metros y la velocidad de unos 300 km/h. Sería entonces cuando InSight se separaba de la cápsula y empezaba en caída libre. Apenas 0,5 segundos después se activó un conjunto de 12 retrocohetes que frenaron la caída.
De hecho, cuando la sonda estaba a 50 metros de altura la velocidad de 27 km/h de descenso sería una velocidad que irá decreciendo hasta los 8 Km/h para que, las tres patas de InSight tocasen suavemente el suelo marciano.
Y ya estamos en Marte. Una vez allí a la nave de la NASA le esperan dos años terrestres de investigaciones donde España participa con unos sensores de temperatura y viento.
El martes a primera hora se recibirán los primeros datos del instrumental español que viaja a bordo de la nave.