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LOS CASOS SIGUEN CRECIENDO
El Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades descarta que el brote más grande hasta la fecha lleve en España tres años.
La OMS ha elevado el número de casos de viruela del mono todo el mundo y, en España, ya son 142. Desde TecnoXplora hemos charlado con expertos del Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades y con el doctor Richard Kennedy, de la institución estadounidense de investigación sin fines de lucro Mayo Clinic.
En primer lugar, cabe recordar las tres vías por las que se puede contagiar la viruela del mono. La primera forma es el "contacto directo con la piel, sangre o fluidos corporales de una persona infectada", explica el profesor Kennedy. La segunda vía son las "gotitas respiratorias grandes de un individuo infectado" y la tercera son los objetos que la persona infectada utiliza, como la ropa, las toallas o los cubiertos.
Además, a pesar de que la viruela del mono no es una enfermedad de transmisión sexual, "el sexo generalmente implica un contacto cercano de piel con piel y contacto con fluidos corporales, por lo que es una muy buena manera de propagar la enfermedad". Kennedy sostiene que el sexo es parte de la razón por la que este brote que afecta a 30 países ha sido tan grande.
¿Cuándo comenzó la viruela del mono a circular por países no endémicos?
Hasta principios del mes pasado no se registraron casos de viruela del mono en países en los que no fuera común; es decir, en zonas endémicas de África Central y Oriental. Esta enfermedad es un problema constante y continuo en países como Nigeria o la República Democrática del Congo, como señala Kennedy, pero en otros lugares solo había habido "casos esporádicos".
Desde Mayo Clinic consideran este brote como una sorpresa, ya que "ningún brote anterior de viruela del simio había sido tan grande o generalizado". Pero, ¿cuándo llegó a Europa esta enfermedad? Desde el ECDC comentan que la secuencia viral de este brote está "estrechamente relacionada" con la viruela del mono asociada a un brote ocurrido en Nigeria entre 2017 y 2018.
Sin embargo, los expertos creen que "es poco probable que haya estado circulando sin ser detectado durante tres años en Europa". De hecho, su hipótesis habla de que el virus se introdujo en el continente "recientemente" y a través de redes sexuales.
¿Cuál es la estrategia para frenar la viruela del mono?
Tanto para el ECDC como para Mayo Clinic, los países deben centrarse en la pronta identificación, gestión, rastreo de contactos y notificación de nuevos casos de viruela del mono. El segundo paso sería realizar un seguimiento de todos los movimientos de cada caso.
En tercer lugar, Mayo Clinic recomienda identificar a "todas las personas que han estado en contacto" con algún infectado, lograr que se sometan a una prueba de detección de la enfermedad y se aíslen hasta saber el resultado. Después, los facultativos deberán valorar si se le administra la vacuna contra la viruela.
Por otro lado, el ECDC aboga por involucrarse con las organizaciones comunitarias que trabajan en salud sexual y reproductiva y grupos que trabajen con personas inmunodeprimidas para que el máximo número de personas reciban información pertinente respecto a la viruela del mono.
¿Cuál es el tratamiento de la viruela del mono?
Actualmente, al no existir ni una vacuna ni un tratamiento específico para esta enfermedad, se trata a los pacientes de modo "sintomático y de apoyo", ya que la tasa de mortalidad es muy baja. Es decir, se administran medicinas a posteriori, una vez los síntomas ya han aparecido.
Respecto a la vacuna de la viruela, que "brinda protección cruzada contra el virus de la viruela del mono" en palabras del ECDC, esta será efectiva "si se administra dentro de los primeros cuatro días después de la exposición a un caso confirmado".
¿Se interpondrá alguna medida social para frenar los contagios?
Viviendo en época de pandemia, es lógico que surjan dudas sobre si las autoridades interpondrán medidas de distanciamiento social para evitar los contagios. Sin embargo, el ECDC es claro al respecto: "No esperamos que se generalice tanto como la pandemia de COVID-19, ya que es necesario tener un contacto bastante cercano para infectarse", descartando así cualquier cuarentena que no sea para los contagiados o sus contactos estrechos.
Pero, por otro lado, el ECDC habla de un "número inusual de transmisiones" y de que "la probabilidad de una mayor propagación del virus a través del contacto cercano, por ejemplo, durante las actividades sexuales, es considerado como alto", aunque la transmisión entre individuos sin contacto cercano se considera "muy baja".
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