CAMBIOS EN EL RITMO CIRCADIANO

El cambio de hora de verano no perjudica al corazón, según un estudio

El último fin de semana de marzo adelantaremos los relojes una hora para entrar en el horario de verano.

El horario de verano es la práctica de adelantar los relojes una hora en primavera para mejorar la utilización de las horas de luz disponibles y no recurrir tanto a la iluminación artificial. En España se realiza el último fin de semana de marzo y, en concreto, este año tendrá lugar la noche del 30 al 31 de marzo.

Cambio de hora | EFE

La Comisión Europea expresó en 2018 su preocupación por los posibles efectos negativos para la salud que podía causar el cambio de hora, entre ellos problemas cardiovasculares debido a los cambios en el ritmo circadiano. Sin embargo, una reciente investigación no ha encontrado relación entre el cambio de horario y enfermedades del corazón. Te contamos los detalles.

El estudio, realizado por la Mayo Clinic de Estados Unidos, analizó a 36.116.951 adultos de 18 años o más en la mayoría de los estados de Estados Unidos. Los investigadores se centraron en la semana inmediatamente posterior a la transición del horario de verano de primavera y otoño, cuando los relojes se adelantan o retrasan una hora.

El lunes y el viernes posteriores a la transición primaveral mostraron un ligero aumento en la tasa de eventos de salud relacionados con el corazón, señalaron los investigadores. Sin embargo, el aumento no fue lo suficientemente grande como para ser clínicamente significativo, aseguraron.

"Analizamos cinco años en los Estados Unidos y descubrimos que es poco probable que exista una diferencia clínicamente significativa en la salud cardiovascular debido al horario de verano", señala Benjamin Satterfield, becario de enfermedades cardiovasculares y autor principal del estudio.

Tras analizar ese periodo de cinco años, los investigadores identificaron unos 74.000 accidentes cardiovasculares durante los cambios de hora, tanto en el adelanto de primavera como en el retraso de otoño. Satterfield señala que resulta "innecesario tener en cuenta los problemas del corazón" a la hora de tomar una decisión sobre la vigencia del cambio de hora.