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A TODOS NOS PASA
¿Cogí las llaves de casa? ¿Apagué la luz? Son las típicas preguntas que muchos se preguntan en su día a día. ¿Por qué somos tan olvidadizos? Hay una explicación y se llama ley de Humphrey.
Realizar actividades cotidianas que tenemos interiorizadas hace que a veces nos olvidemos de si la hemos hecho o no, pero todo esto tiene una explicación. La ley de Humphrey es un principio psicológico que explica por qué dudamos de acciones cotidianas automatizadas, cómo cerrar el coche o atarnos los zapatos, cuando le prestamos atención.
Al prestar atención a tareas que estamos realizando de forma automática, corremos el riesgo de equivocarnos o dudar de si las hemos realizado. Este principio explica que cuando una acción se automatiza, la ejecutamos sin necesidad de concentrarnos.
La psicología clasifica nuestras habilidades en diferentes niveles, desde la competencia consciente hasta la inconsciente. La primera implica que hemos aprendido a ejecutar una tarea y la segunda indica que no necesitamos pensar de manera consciente en dicha acción para poder llevarla a cabo.
Al intentar concentrarnos de manera consciente esas tareas automatizadas, retrocedemos en nuestra habilidad para ejecutarla, lo que provoca fallos. Por ejemplo, aunque sepáis escribir en el teclado de ordenador sin mirar, si les dicen que busquen un “D” va a costar más tiempo encontrarla.
Al forzar la concentración consciente en tareas automatizadas, damos un paso atrás en nuestra habilidad para efectuarlas, lo que resulta en fallos o dificultades. Por ejemplo, aunque podamos escribir en el teclado del ordenador sin mirar, si nos piden localizar una tecla específica, nos costará identificarla instantáneamente.
La Ley de Humphrey nos explica el porqué de nuestras dudas y errores al prestar atención a acciones automatizadas. Este fenómeno revela la complejidad de nuestra mente al llevar a cabo tareas que hemos interiorizado y automatizado en nuestra rutina diaria.