DOS ESTUDIOS

La ciencia descubre por qué comer a altas horas de la madrugada es malo

Dos investigaciones han querido indagar acerca de por qué cenar poco antes de irnos a la cama está relacionado con mayores niveles de sobrepeso y obesidad.

Comida a domicilioPexels

Sin duda, España es el país europeo que come y cena más tarde. El resto de países, en general, cenan de entre las seis y las ocho de la tarde mientras que España lo hace entre las nueve y media y las diez de la noche, y no es algo que nos beneficie especialmente.

Durante mucho tiempo los especialistas han observado que picotear o incluso cenar poco antes de irnos a la cama estaba vinculado con mayores niveles de sobrepeso y obesidad. Pero ahora dos estudios publicados recientemente en la revista Cell Metabolism han indagado en el porqué de esta relación.

Ambas investigaciones señalan que la clave está en el hambre que sentimos. El primero de los estudios se realizó con 30 participantes que se sometieron a dietas controladas, idénticas en valor calórico pero que variaban en cuanto al horario.

Aunque no hubo variaciones en cuanto a pérdida de peso entre los dos grupos, el grupo que consumía más calorías durante la cena y menos por la mañana era el que manifestaba más hambre.

El segundo estudio, tomó un grupo de 16 pacientes y analizó el efecto de los horarios de alimentación en base a los horarios de sueño de los pacientes. Entre otras variables estudiaron la presencia de estas hormonas en la sangre de los participantes.

En lugar de cambiar el balance calórico de las comidas, lo que este equipo alteró fue el horario en el que se consumían. Los participantes tuvieron los mismos menús para las tres comidas del día, con una diferencia de cuatro horas.

Además, los investigadores analizaron el consumo energético de cada participante a través de la calorimetría indirecta, una técnica que se basa en el estudio del oxígeno que cada cuerpo consume y el dióxido de carbono que produce. Los investigadores analizaron incluso el tejido adiposo de algunos de los participantes para estudiar variaciones en éste.

Más allá del hambre, al analizar el consumo energético, los investigadores constataron que los participantes del grupo que se alimentaba con retraso quemaba calorías a un ritmo inferior. Además, el estudio de los tejidos adiposos también mostró una mayor tendencia hacia la acumulación de grasas en este grupo.

En definitiva, no puede concluirse que comer y cenar tarde sean siempre malas opciones, pero sí que se puede ganar en salud adelantando el horario en algunas comidas del día.