HONGOS

Los científicos alertan de una pandemia silenciosa que causa 3,8 millones de muertes al año

A diferencia de otros microorganismos, la similitud en estos casos con las células humanas dificulta el hallazgo de tratamientos efectivos.

Hongo Aspergillus fumigatusiStock

El mundo se encuentra en medio de una crisis de resistencia a los antibióticos que contribuye a la muerte de casi cinco millones de personas al año. Sin embargo, las bacterias no son los únicos patógenos mutantes de los que debemos preocuparnos. Te contamos los detalles.

Las infecciones por hongos también se están adaptando más allá de los medios de nuestra medicina, provocando una "pandemia silenciosa" que, según algunos investigadores, debe abordarse con urgencia.

"La amenaza de los hongos y la resistencia a los antifúngicos (medicamentos que tratan las infecciones causadas por hongos), aunque es un problema global creciente, se está dejando fuera del debate", explica el biólogo molecular Norman van Rhijn de la Universidad de Manchester en el Reino Unido.

Tal y como aseguran los expertos, las infecciones por hongos quedan fuera de demasiadas iniciativas para abordar la resistencia a los antimicrobianos.

Hongos | iStock

Si no se presta atención y se toman medidas urgentes, algunas infecciones por hongos particularmente desagradables, que ya infectan a 6,5 ​​millones de personas al año y se cobran 3,8 millones de vidas anualmente, podrían volverse aún más peligrosas.

Los mas peligrosos según la OMS

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), los patógenos considerados más peligrosos para la salud humana incluían Aspergillus fumigatus, que proviene del moho e infecta el sistema respiratorio; Candida, que puede causar una infección por hongos; Nakaseomyces glabratus, que puede infectar el tracto urogenital o el torrente sanguíneo; y Trichophyton indotineae, que puede infectar la piel, el cabello y las uñas.

En comparación con las bacterias o los virus, los hongos son organismos más complejos, más similares a los animales en su estructura. Esto hace que sea más difícil y más costoso para los científicos desarrollar medicamentos que maten las células de los hongos sin dañar otras células importantes del cuerpo.