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SIN TANTA PRESIÓN
De forma natural, se tardan miles de millones de años en que un diamante se cree. Ahora, un grupo de científicos ha logrado reducir significativamente el tiempo de fabricación.
¿Por qué los diamantes son tan caros? Una de las razones que explican su elevado precio podría ser la cantidad de tiempo que tardan en formarse. Se necesitan miles de millones de años, en los que la roca fundida del manto de la Tierra se somete a condiciones extremadamente altas de presión y temperatura.
Como se trata de un proceso tan largo y tan complicado, el ser humano lleva varios siglos intentando fabricar diamantes sintéticos. Sin embargo, un equipo de investigadores del Instituto de Ciencias Básicas de Corea del Sur dirigido por el químico Rod Rouff, ha logrado hacerlo de una forma mucho más sencilla y en tan solo unos minutos. Te lo contamos.
Estos científicos, cuyo estudio se ha publicado recientemente en Nature, han conseguido fabricar diamantes sintéticos en 150 minutos a condiciones de presión de 1 sola atmósfera. Lo han conseguido calentando a 1025 grados de temperatura una aleación de metal líquido compuesta de galio, hierro, níquel y silicio.
Ruoff explica que empezaron sus estudios para crear diamantes con esta técnica usando "una cámara grande con un volumen de 100 litros". Sin embargo, "la búsqueda era muy lenta debido al tiempo necesario para conseguir que pudiera llenarse con 1 atmósfera de presión y con una mezcla de hidrógeno y metano bastante pura".
Por ello, sustituyeron la cámara de 100 litros por una con una capacidad mucho más pequeña, de nueve. Este nuevo sistema podía empezar a trabajar en sólo 15 minutos, por lo que a partir de ese momento todo se aceleró enormemente.
Los expertos descubrieron los materiales y su cantidad exacta para crear el diamante en este tipo de cámara. Se trata de una aleación de metal líquido con estos componentes en porcentajes atómicos:
Cuando esta mezcla se expone al metano y al hidrógeno a una presión de 1 atmósfera y a 1025 grados, comienza a crearse el diamante.
Por último, cabe mencionar que esta investigación se encuentra en sus primeras etapas, pero los investigadores afirman que tiene un gran potencial y que está pendiente incluir algunas modificaciones para permitir el cultivo de los cristales preciosos en un área más grande.