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CURIOSO
En este articulo aprenderemos el rendimiento de estos instrumentos milenarios que utilizan la posición del sol para indicar la hora, con precisión dependiendo de la latitud y longitud.
Los relojes de sol, también conocidos como cuadrantes solares, son instrumentos ancestrales diseñados para medir el tiempo a través del movimiento del sol. Utilizan un gnomon o estilete, cuya sombra, al ser iluminada por el sol, se proyecta sobre una superficie marcada con divisiones horarias. Esta superficie, denominada dial, puede ser plana o cilíndrica y contiene marcas que permiten leer la hora actual.
Según el libro "Sundials: Their Theory ans Construction" del Observatorio Naval de Estados Unidos, la longitud y dirección de la sombra varían durante el día y dependen de factores como la posición del sol, la época del año y la latitud geográfica. Para que un reloj de sol sea preciso, es crucial considerar la latitud y longitud del lugar de instalación, ya que el gnomon debe estar inclinado de manera que coincida con el eje de la Tierra.
El principio básico del funcionamiento de un reloj de sol es la relación de la posición del sol en el cielo y la hora del día y del movimiento del sol, que recorre 360 grados en 24 horas, equivalente a 15 grados por hora. Este movimiento es constante, saliendo por el este, pasando por el sur a mediodía y poniéndose por el oeste. Para representar fielmente este movimiento, el gnomon debe estar inclinado igual que la latitud del lugar, ajustándose al ángulo del eje terrestre.
La fascinación por estos instrumentos persiste debido a su ingenio y la capacidad de conectar a las personas con los ciclos naturales del sol y la Tierra. Los relojes de sol no solo son herramientas de medición del tiempo, sino también piezas de arte que nos recuerdan la ingeniosidad de las civilizaciones antiguas y su comprensión del cosmos.