SALUD

Cómo identificar el infarto: señales que pueden pasar desapercibidas

Los síntomas de un infarto pueden variar por género y por edad. Aprende a identificarlos y prevenirlos en tu propio cuerpo.

A medida que vamos cumpliendo años, nuestra salud comienza a convertirse en una constante esencial. Las visitas al médico aumentan ya que el riesgo de padecer enfermedades crece paulatinamente. Entre ellos, se encuentran los problemas cardiovasculares. Se trata de uno de los más comunes que suele aparecer con la edad. Sin embargo, no tiene por qué ser así.

Uno de los riesgos más extendidos que supone acarrear problemas cardiovasculares es llevar un estilo de vida sedentario. En ese contexto, si se lleva a cabo de forma continuada, suelen aparecer ciertos síntomas en los que hay que saber reaccionar a tiempo. Entre ellos, normalmente suele identificarse con una opresión en el pecho y dolor en el brazo izquierdo, pero no son las únicas señales.

En ese sentido, los síntomas pueden variar en función del género y edad. Los cuerpos de las mujeres y las personas jóvenes reaccionan de una forma diferente ante un infarto. En el primer caso, estos suelen identificarse con una opresión en el pecho acompañada de dolor de espalda, dolor abdominal y acidez, así como una sensación persistente de ahogo.

Infartos en la población joven | Pixabay

En el segundo de los casos, cabe destacar que es poco habitual que las personas jóvenes sufran un infarto. No obstante, su probabilidad de sufrirlo puede aumentar si se posee diabetes o alguien de la familia padece problemas coronarios. Entre los síntomas, destacan, los sudores fríos, náuseas y mareos, incluso dolor en la mandíbula.

Aun así, en todos los casos, el cuerpo manda señales mucho antes de que se produzca el infarto. Entre ellos, sentir fatiga de forma habitual, acompañada de insomnio y dificultad para respirar por momentos son síntomas que se dan hasta un mes antes. También suele identificarse con una caída general del cabello, así como experimentar una sudoración excesiva.

Por lo tanto, si notamos que nuestro cuerpo no se encuentra al 100% por cualquier causa, ya sea un síntoma de infarto o no, lo más recomendable es consultar al médico.