Un estudio podría haber encontrado la clave de por qué las vacunas de AstraZeneca y Janssen provocan trombos
Astronomía, divulgación, descubrimientos, ecología, innovación...
NO ES LA PRIMERA VEZ QUE OCURRE
La fosfina es un compuesto formado por fósforo e hidrógeno y, en la Tierra, solo se encuentra como producto de pequeños microorganismos que viven en ambientes carentes de oxígeno, como en los lodos de las depuradoras. Hace tiempo que se conoce su existencia y, sin embargo, su reciente hallazgo en la atmósfera de Venus supone un rompecabezas para los científicos.
Ahora, los expertos se preguntan si esta sustancia es también un signo de vida en el segundo planeta más cercano al Sol y, de ser así, de dónde procede exactamente.
Lo cierto es que no es la primera vez que se detecta fosfina en otros planetas. También se ha hallado en las atmósferas de Júpiter y Saturno, pero allí no se ha relacionado con organismos vivos. Los expertos creen que se forma a altas presiones y temperaturas y es transportada hacia las capas más altas por fuertes corrientes de convección.
Los responsables del reciente hallazgo venusiano advierten que su descubrimiento no puede interpretarse directamente (al menos todavía) como un signo de vida, sino más bien como un rasgo químico anómalo y desconocido cuyo origen biológico es solo una de sus posibles explicaciones.
Restos del pasado, o de otros planetas
Si bien las características de la superficie y la atmósfera del sexto planeta en tamaño del sistema solar hacen muy difícil el desarrollo de alguna forma de vida (altas temperaturas, ambiente ácido, etc.), la fosfina podría ser un vestigio del pasado, cuando su entorno era diferente.
Las simulaciones informáticas sugieren que Venus se parecía bastante a la Tierra en el pasado (tenía lagos y sus condiciones eran menos agrestes). Una de las posibilidades que podrían explicar el hallazgo de fosfina es que existiesen microorganismos en su superficie en aquel entonces y que, debido al cambio climático que produjo después la evaporación de sus lagos, llegaran a la atmósfera.
Otra posible explicación es que la vida no se formara in situ, sino que procediera de la Tierra. Se sabe que, cuando un meteorito impactaba en un planeta del sistema solar, fragmentos de este podían llegar a otros planetas vecinos, lo que suponía un intercambio de materiales.
El fenómeno podría haber ocurrido entre nuestro planeta y Venus, de tal manera que las rocas terrestres podían contener vida microbiana que, una vez en la atmósfera venusiana, se habría adaptado a las condiciones de sus nubes ácidas (existen bacterias en la Tierra que habitan en este tipo de hábitats).
¿Y si existiera vida en Venus en la actualidad?
Una tercera hipótesis que explicaría el descubrimiento de fosfina en la atmósfera de Venus es que, efectivamente, exista alguna forma de vida en la actualidad en el planeta. Aunque, seguramente, no se parecería demasiado a la terrestre.
Por un lado, probablemente no estaría basada en carbono como en nuestro planeta, ya que prácticamente todas las moléculas complejas formadas por este elemento se descomponen a altas temperaturas. Tampoco tiene porque ser así, puesto que la producción de fosfina venusiana podría proceder de organismos con una composición totalmente distinta a los terrestres.
De momento, habrá que quedarse con la intriga. Al menos hasta que nuevas investigaciones y futuras misiones espaciales, como algunas de las iniciativas presentadas a principios de año a la NASA para su financiación, nos den más pistas sobre el origen de la polémica sustancia y la posibilidad de vida en Venus, un planeta que hasta ahora se había pasado por alto en la búsqueda de vida extraterrestre.