Cómo se puede ahorrar (económicamente) al cocinar pasta con un método científico

A la hora de cocer la pasta, los pasos parecen fáciles: hervir agua, echar sal, añadir la pasta y esperar unos minutos hasta que esté al dente. Pero el profesor italiano Giorgio Parisi, ganador del Nobel de Física en 2021, ha ideado un nuevo método para cocinarla por menos dinero. Pero a los cocineros no les ha gustado demasiado.

Parisi sugirió que se podría apagar el fuego a la mitad de la cocción de la pasta, después cubrir la cazuela con una tapa y esperar a que el calor residual terminara de cocinar el plato. Sin embargo, el chef Antonello Colonna afirmó que este método logra que la pasta se vuelva gomosa y no resulte apetitoso comerla.

Así que dos estudiantes de la Universidad de Nottingham Trent decidieron comprobar si era cierta la afirmación de Parisi y cuánto se ahorrarían en ese caso. Comenzaron preguntándose qué ocurría cuando se cocinaba la pasta: el agua penetra, la rehidrata y la ablanda a la vez que el calor hace que las proteínas se expandan y pueda ser comestible, señalan en 'The Conversation'.

El siguiente paso fue desglosar el uso de energía al cocinar pasta, observando que el 60 % de la energía se consumía al mantener hirviendo el agua. Después calcularon cuánto dinero suponía: en una vitrocerámica 14 céntimos, en una placa de inducción once y en una de gas, siete. Por tanto, el método de Parisi ahorraría como unos tres céntimos.

¿Y si primero hidratas la pasta y después la cocinas?

Esto es lo que pensaron los estudiantes. Metiendo a remojo la pasta dos horas antes de su preparación en agua fría se podían ahorrar hasta tres céntimos. Otro sistema era reducir la cantidad de agua utilizada para no tener que calentarla: bastaba con usar la mitad para que la pasta siguiera estando buena.

Los estudiantes también probaron a cocer la pasta a fuego lento para ahorrar casi otro céntimo. Por último, probaron a cocinarla en el microondas, pero no lo recomiendan.

Finalmente, el método que más les convenció y con el que más ahorraron al cocinar pasta fue remojarla previamente en agua fría para después añadirla en una cacerola de agua hirviendo durante uno o dos minutos solamente.