Cómo salir si te encuentras dentro de una corriente de retorno en el mar

Este verano han circulado imágenes de playas señalando espacios entre las olas como fenómenos peligrosos. En ellas se daba a entender que estas franjas sin oleaje eran corrientes de retorno, capaces de arrastrar a los bañistas mar adentro. ¿Son ciertas estas afirmaciones?

Sí. Cuando vemos que en el mar hay oleaje pero pueden verse zonas en las que no se producen olas, es porque el agua tiene una fuerza y dirección diferentes en estos lugares. De este modo, una persona que, sin darse cuenta, se vea dentro de una de estas corrientes, puede tener dificultades para salir del mar. ¿Y qué causa estos fenómenos?

Las corrientes de retorno, también conocidas como de resaca, se producen por la rotura irregular de la cresta de la ola. Esto hace que el agua llegue con más fuerza de lo habitual a la orilla y regrese hacia el mar por un camino o canal en la dirección contraria, donde encuentra menos resistencia, lo que genera fuertes corrientes salientes.

Las resacas suelen alcanzar los 2 o 3 km/h, más o menos la velocidad que puede tener un nadador medio. Sin embargo, un gran peligro que tienen es la fluctuación de la velocidad. No es la misma siempre, y puede pasar de los 2 a los 8 km/h en cuestión de segundos, por lo que puede coger a cualquier bañista desprevenido y arrastrarlo mar adentro con extrema facilidad.

¿Cómo podemos identificarlas?

No es siempre fácil detectar las corrientes de retorno y es mejor hacerlo desde una posición elevada. No obstante, suelen parecerse a un pequeño río. Tienen además un tono diferente al resto del mar y presentan burbujas. Debido a la fuerza del agua en esta zona, es habitual que ramas y otros restos flotantes acaben en ellas.

Estas corrientes pueden estar presentes en cualquier playa e, incluso, en los grandes lagos y se extienden desde la orilla hasta pasada la línea donde rompen las olas.

¿Qué debes hacer si te encuentras atrapado en una corriente de retorno?

Según la Guía de Consejos Prácticos de seguridad en actividades náuticas creada en 2019 por Salvamento Marítimo, las corrientes de retorno son uno de los principales peligros para los bañistas y la principal causa de ahogamiento. No por la fuerza del mar en ellas, sino por el miedo y el pánico que pueden provocar a la persona que se vea atrapada. Si esta intenta nadar contracorriente, es muy probable que se canse y acabe hundiéndose.

Salvamento Marítimo indica que no debe lucharse contra la corriente. Lo mejor es nadar pausadamente en paralelo a la costa hasta salir de ella para regresar sano y salvo a tierra.