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CURIOSIDAD
Aunque normalmente disfrutar de una taza de café se suele hacer con tranquilidad, cada vez es más común optar por café para llevar o acudir a máquinas que lo dispensan. Los diferentes formatos en los que podemos tomarlo, tazas de cristal, porcelana, cartón, plástico o metal afectan a su sabor te explicamos por qué.
El café para llevar es un recurso muy práctico de camino al trabajo, a la universidad y cuando no tenemos una cafetera cercana en la que prepararnos un café. Sin embargo, hay quien dice que no le sabe igual en vasos de cartón que en la taza convencional, y la ciencia respalda esa afirmación.
Pese a que las variables y los sentidos más importantes a la hora de percibir el sabor de los alimentos son el gusto y el olfato, no son los únicos sentidos que entran en juego. Los atributos físicos (presentación) de lo que comemos también influyen en la percepción del sabor. Además de la pinta que tenga el plato, también se refiere al tacto del alimento y el lugar en el que se come, por lo que aquí es donde entra en juego el vaso de cartón.
Como el alimento que tomamos es líquido, es más importante el material de este vaso para nuestros sentidos. Por poner un ejemplo, una taza lisa, hace que percibamos el café más dulce que si, por el contrario, tiene rugosidades en su forma y hará que nos sepa más amargo. Además de esas características, que sea de un material u otro también influye. Así que, si eres de esas personas que notan un cambio de sabor, no significa que el café esté malo, sino que es normal que el sabor varíe.