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EL NUEVO Y EMOCIONANTE DESCUBRIMIENTO DE LA NASA SOBRE LA LUNA
La NASA ha confirmado hoy, 26 de octubre, a las 17 horas (hora peninsular) que, por primera vez, se ha podido confirmar la presencia de agua en la superficie de la Luna iluminada por el Sol. Este descubrimiento revela que el agua debía estar distribuída en la superficie, y no solo en las zonas oscuras y frías cercanas a los polos, donde ya se había descubierto la presencia de hielo.
El telescopio que ha hecho este descubrimiento pertenece al Observatorio Estratosférico de Astronomía Infrarroja de la NASA (SOFIA), un observatorio aerotransportado en un un avión Boeing 747SP capaz de elevarse hasta 11 kilómetros de la superficie terrestre. Gracias a su privilegiada posición, SOFIA ha detectado moléculas de agua (H2O) en el cráter Clavius, uno de los cráteres más grandes y visibles desde la Tierra, ubicado en el hemisferio sur de la Luna, mientras sobrevolaba el estado de Nevada volviendo a su base en California.
Como explicaba Paul Hertz director de la División de Astrofísica en la Dirección de Misiones Científicas en la Sede de la NASA en Washington, “teníamos indicios de que el agua podía estar presente en el lado iluminado por el Sol de la Luna”. Esto se debe a que la agencia espacial ya había detectado con anterioridad alguna forma de hidrógeno, pero no pudieron distinguir entre el agua y su pariente químico, el grupo hidroxilo (OH).
Finalmente SOFIA, el cual emplea una tecnología infrarroja que normalmente se utiliza para estudiar el nacimiento y la muerte de estrellas, la formación de nuevos sistemas solares y el comportamiento de los campos magnéticos celestes y los agujeros negros, pudo captar la longitud de onda específica única de las moléculas de agua, a 6,1 micrones, y descubrió una concentración relativamente sorprendente en el soleado cráter Clavius.
Los datos de esta ubicación revelan agua en concentraciones de 100 a 412 partes por millón, aproximadamente equivalente a una botella de agua de algo más de 35 centilítros, atrapada en un metro cúbico de suelo esparcido por la superficie lunar. Como ha explicado la NASa en un comunicado, a modo de comparación, el desierto del Sahara tiene 100 veces la cantidad de agua que SOFIA detectó en el suelo lunar. A pesar de las pequeñas cantidades, el descubrimiento plantea nuevas preguntas sobre cómo se crea el agua y cómo persiste en la dura superficie lunar sin aire.
Las ventajas para el programa Artemis
El programa Artemis quiere enviar en el año 2024 a la primera mujer y al próximo hombre al satélite para estudiar más en profundidad su superficie y comenzar a establecer bases, puertos de partida en la Luna que, en un futuro, permitirán la partida de naves espaciales exploratorias a Marte, a los asteroides, a las lunas de Júpiter o de Saturno.
Este descubrimiento puede suponer un gran avance para esta misión, ya que la presencia de agua, dependiendo de su accesibilidad, puede suponer un recurso indispensable para los exploradores de la superficie lunar.
“El agua es un recurso valioso, tanto para fines científicos como para el uso de nuestros exploradores”, dijo Jacob Bleacher, científico jefe de exploración de la Dirección de Misiones de Operaciones y Exploración Humana de la NASA. "Si podemos utilizar los recursos de la Luna, entonces podemos transportar menos agua y más equipo para ayudar a permitir nuevos descubrimientos científicos".