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INFECTADOS POR EL VIRUS

La COVID-19 podría causar disfunción eréctil e infertilidad masculina

Varios estudios independientes confirman la relación entre haber padecido el coronavirus con problemas en el rendimiento sexual de los hombres.

La COVID-19 podría causar disfunción eréctil e infertilidad masculina Unsplash

La COVID-19 es una enfermedad que afecta – principalmente – a los pulmones y al corazón. No obstante, el Ministerio de Sanidad español recoge diferentes tipos de secuelas tras haber padecido el virus: daño pulmonar, depresión y ansiedad, miocardiopatías y dolor torácico, secuelas hematológicas, así como el daño del tejido renal y alteraciones en el sistema endocrino. Recientemente, se ha encontrado también una relación entre hombres que se han contagiado con problemas de rendimiento sexual.

'Mask up to keep it up'

Un estudio piloto financiado por el Ministerio de Educación italiano ha encontrado pruebas preliminares sobre la asociación entre la disfunción eréctil y la COVID-19. En concreto, han hallado que los varones, después de contraer el virus, podrían tener seis veces más posibilidades de desarrollar una disfunción eréctil de corta o larga duración.

Además, varias investigaciones independientes han registrado diversos problemas de salud que afectan a los órganos sexuales masculinos tras la infección: incapacidad para mantener una erección, dolor testicular, daños en los testículos, incapacidad para alcanzar el orgasmo o niveles de testosterona bajos.

Órganos reproductivos masculinos

A pesar de ello, algunos investigadores habían vinculado el aumento de informes sobre disfunción sexual a una cuestión psicológica, resultado del estrés pandémico. El problema residía en que muchos pacientes aseguraban no padecer ansiedad ni depresión.

Para descubrir si el virus había invadido los órganos reproductivos masculinos, el urólogo estadounidense Ranjith Ramasamy y sus compañeros de la clínica de urología del Hospital Universitario de Miami practicaron biopsias a seis hombres entre los 20 y los 87 años que habían sido contagiados de COVID-19.

El equipo analizó las muestras de tejidos y descubrieron partículas del virus en los testículos de uno de los hombres y tres mostraron baja calidad de esperma.

El tejido del pene

Tras estos resultados, Ramasamy ha elaborado otro estudio para analizar si la presencia de partículas de la COVID-19 en los testículos también ocurre en el pene. Para ello, él y su equipo han cogido muestras de dos varones que quedaron impotentes tras haber contraído el virus.

Disfunción eréctil | iStock

A pesar de haber pasado más de ocho meses desde la primera infección por el SARS-CoV-2, ambos pacientes continuaban teniendo el virus en el tejido del pene, lo que provocaba pequeños daños en los vasos sanguíneos del órgano.

Este daño a las células endoteliales de los capilares del pene es clave. Para que el pene humano quede erecto debe existir un buen flujo sanguíneo: las arterias tienen que poder expandirse y las venas se deben contraer. Si los vasos sanguíneos están dañados, no permitirán que el tejido se infle con sangre o la retenga para mantener la erección.

COVID persistente y futuras investigaciones

Aun así, se requieren más investigaciones para comprender la implicación de la COVID-19 en la salud reproductiva de los hombres, sobre todo teniendo en cuenta que sigue siendo una enfermedad relativamente nueva.

Los esfuerzos por analizar el impacto son notables y se espera que estos nuevos estudios aporten respuestas y nuevos tratamientos para paliar las secuelas. Según recoge National Geographic, el Congreso de Estados Unidos ha destinado mil millones de dólares al programa RECOVER(Researching COVID to Enhance Recovery) de los Institutos de Salud Nacional, que se encargará de estudiar los distintos síntomas a largo plazo de la COVID-19 durante los próximos cuatro años.

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