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SEGÚN UN ESTUDIO
El uso y abuso del plástico no solo está pasando factura a nuestra biodiversidad, también a nuestro organismo ya que muchos de los microplásticos acaban en nuestro torrente sanguíneo.
Con la gran cantidad de plásticos que existe a nuestro alrededor y lo que tardan en descomponerse, no es raro que alguna cantidad, por pequeña que sea, pueda acabar en el interior de nuestro organismo. Se pueden ingerir junto a la comida o la bebida, e incluso puede que lo respiramos de todos los ambientes. ¿Puede existir mucha cantidad de estos plásticos en nuestro interior? Y de ser así ¿dónde se localizan?
Pensamos que los microplásticos suspendidos en el aire provienen de la contaminación de las distintas fábricas o de los coches. Sin embargo, la mayoría de las veces se encuentran en espacios de interior. Segúnun estudiopublicado por la revista científica Scientific Reports podemos inhalar más de 16 partículas de microplástico por hora. Lo que equivale al tamaño de una tarjeta de crédito a lo largo de una semana.
El tamaño de estos microplásticos son imperceptibles a la vista, se desprenden fundamentalmente de tejidos sintéticos y el desgaste de elementos que presenten elementos plásticos.
Todos estos microplásticos se pueden quedar atrapados en las vías respiratorias, especialmente en la cavidad nasal y al fondo de la garganta. Todavía no se conocen los efectos de este material en nuestros pulmones. Pero muchos de estos restos sí que acaban dentro de la circulación sanguínea.
La presencia de microplásticos en nuestro organismo es mayor, y pueden generarnos efectos sobre nuestra salud que no conocemos. Debemos reducir la gran cantidad de plástico que usamos cada día, para evitar sus efectos perjudiciales sobre nuestra salud y evitar que estos componentes acaben en nuestro organismo.