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RESERVORIOS DE CÉLULAS MADRE
Un componente químico controla la vida y la muerte de estos pelos, abriendo la puerta a estudios para acabar con la calvicie y conseguir repararla en un futuro.
Dos científicas de la universidad estadounidense de California Riverside han logrado identificar la proteína que controla el ciclo vital de los folículos pilosos. Este podría ser un gran comienzo para encontrar un método de actuación contra la calvicie y otros problemas capilares.
Katherine Dinh y Qixuan Wang han publicado su estudioen 'Biophysical Journal'. En él comentan que los folículos pilosos son una fuente de células madre. Al contrario que las células de la sangre o de los nervios, que poseen una única función, las células madre sí pueden adquirir otras capacidades.
Esta adaptabilidad les hace "útiles para reparar tejidos u órganos dañados", como señalan desde la Universidad de California Riverside. Basándose en estas premisas, las científicas han investigado cómo se comportan estas células madre y cómo se podrían controlar.
Asimismo, las investigadoras también descubrieron que los folículos pilosos son las únicas partes del cuerpo humano que se regeneran de forma automática. En el caso del estómago y el hígado, por ejemplo, esto solo ocurre si se genera una herida en dichos órganos.
Además, han hallado que un solo químico es clave para organizar cuándo las células madre del folículo piloso se dividen y crean nuevos pelos y cuándo mueren y ese pelo se pierde. Por tanto, este descubrimiento podría abrir un camino para poder tratar la calvicie y contribuir a la cicatrización de heridas.
Una proteína que controla la vida y muerte del pelo
Dinh y Wang descubrieron que un tipo de proteína, la TGF-beta, es la encargada de organizar los folículos pilosos. Este compuesto químico controla si las células madre se dividen y forman nuevas células y pelo o si, por el contrario, generan su propia muerte. Esto provocaría también la muerte y desaparición del pelo.
"TGF-beta tiene dos roles opuestos. Ayuda a activar algunas células del folículo piloso para que produzcan nueva vida y, más tarde, ayuda a orquestar la apoptosis, el proceso de muerte celular", detalló Wang. Este desenlace depende de la cantidad de TGF-beta que se produzca en cada célula: si la cantidad es la correcta, esta se dividirá; si es superior, morirá.
Sin embargo, el por qué se "suicidan" estas células madres no está completamente claro, aunque algunas hipótesis señalan que es un rasgo heredado de los animales. Además, Wang afirma que, aunque el folículo piloso desaparezca, el reservorio de células madre sigue preparado por si recibe la orden de regenerarse y crear un pelo nuevo.
Podría lograrse estimular el crecimiento del pelo
Wang y Dinh han descubierto qué sustancia es la encargada de generar la calvicie. Este descubrimiento podría abrir la puerta a otros estudios que busquen controlar cómo actúa TGF-beta. Si esto se lograra, se podría inducir la división celular, o lo que es lo mismo, el crecimiento de folículos pilosos o pelos que ya habían desaparecido; así como estimular el crecimiento de los mismos.
Estas soluciones resultarían prometedoras para curar la calvicie, por ejemplo, que afecta a tantas personas alrededor del mundo.
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