SALD MENTAL Y SEXO

La depresión es distinta en hombres y mujeres y la culpa es de los genes

"Este es el primer estudio que describe variantes genéticas específicas del sexo asociadas con la depresión", señala la autora principal, Patricia Pelufo Silveira.

Pareja tristeJupilu para Pixabay

El trastorno depresivo es el principal contribuyentea la carga global de enfermedad y discapacidad en todo el mundo. Y uno de los mayores problema es que muestra marcadas diferencias de sexo con las mujeres significativamente más afectadas en términos de prevalencia, ocurrencia repetida y sintomatología.

Un motivo de esta diferencia podría estar en los patrones neuronales, por ejemplo, que son diferentes en hombres y mujeres a nivel de estructura cerebral y potencialmente composición de tipo celular. De hecho hay marcas sorprendentemente específicas del sexo en relación a la depresión en las regiones cerebrales asociadas con los trastornos del estado de ánimo.

Estas disparidades funcionales se deberían reflejar en diferencias en la respuesta al tratamiento antidepresivo. Pero no siempre ocurre, lo que hace que la comprensión de los factores de riesgo y vulnerabilidades específicos de cada sexo sea una preocupación apremiante. Comprender cómo el cerebro de hombres y mujeres reacciona a la depresión y a los fármacos es imprescindible para reducir su impacto.

Los estudios con gemelos revelan que el factor hereditario es muy importante y de hecho es mayor en el caso de las mujeres. Por ello no es extraño que se sugieran tratamientos específicos, sin embargo, hasta la fecha, hay una importante ausencia en la comprensión de las vías genéticas específicas del sexo en la depresión.

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O al menos así era hasta ahora. Un nuevo estudio, publicado en 'Nature', descubrió que existen diferencias entre los genes masculinos y femeninos y cómo se relacionan con la depresión. Los autores, liderados por Patricia Pelufo Silveira, analizaron a más de 270.000 personas (127.867 hombres y 146.274 mujeres) y descubrieron que los métodos de predicción que tenían en cuenta el sexo de los participantes eran más precisos a la hora de pronosticar el riesgo genético de desarrollar depresión, frente a aquellos más genéricos.

El equipo de Silveira identificó 11 áreas del ADN que estaban vinculadas a la depresión en las mujeres y solo un área en los hombres. También detectaron que la depresión estaba relacionada específicamente con enfermedades metabólicas en las mujeres, un aspecto importante a considerar a la hora de determinar el abordaje más adecuado.

Pero hay más: a pesar de que los procesos biológicos involucrados en la depresión son similares en hombres y mujeres, los autores identificaron los genes que están involucrados en la depresión en cada sexo. Esta información puede ser útil para identificar futuros tratamientos específicos de sexo para la depresión.

"Este es el primer estudio que describe variantes genéticas específicas del sexo asociadas con la depresión, que es una enfermedad muy prevalente tanto en hombres como en mujeres – explica Silveira en un comunicado–. Estos hallazgos son importantes para informar el desarrollo de terapias específicas que beneficiarán tanto a hombres como a mujeres al tiempo que tienen en cuenta sus diferencias.

En la clínica, la presentación de la depresión es muy diferente para hombres y mujeres, así como su respuesta al tratamiento, pero tenemos muy poca comprensión de por qué sucede esto".

Finalmente otro de los hallazgos interesantes destacados en la investigación, y que diferencian a ambos sexos, tiene que ver con la expresión genética. Mientras en las mujeres este factor estaba dominado principalmente por ciertos receptores, en los hombres uno de los factores primordiales era el epigenético, es decir los cambios que activan o inactivan los genes (sin cambiar la secuencia del ADN) y que se deben a la edad o a la exposición a factores ambientales. No solo nuestros genes actúan distinto dependiendo del sexo, también responden de otro modo a los estímulos ambientales y eso impacta en la depresión.