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2024 BX1
Afortunadamente, el objeto tenía unas dimensiones mínimas y no presentó ningún riesgo para la población.
La pasada madrugada del 21 de enero, un asteroide chocó contra la atmósfera terrestre muy cerca de la ciudad alemana de Berlín. A pesar de ser un evento único, no causó ningún peligro para la población. Sin embargo, lo más curioso y lo que más llama la atención de todo esto es que fue detectado por los científicos solo tres horas antes del impacto.
Se trata de 2024 BX1, un asteroide de aproximadamente un metro de ancho. Y esa es posiblemente la causa de su "invisibilidad". El problema de los asteroides pequeños, como este, es que muchas veces pasan desapercibidos por efecto de la luz solar, por lo que los científicos tienen que agregar este obstáculo al objetivo de prevenir acerca de posibles impactos.
Según un artículo publicado en Live Science, aunque este tipo de avistamientos suelen concretarse unas cuantas veces al año, 2024 BX1 fue un caso especial porque se detectó muy poco tiempo antes de su desintegración en la atmósfera de la Tierra. A lo largo de los años, los investigadores han logrado detectar asteroides antes de que colisionen con la atmósfera terrestre en solo ocho ocasiones.
El astrónomo Krisztián Sárneczky del Observatorio Konkoly en Hungría fue el primero en identificar este asteroide utilizando el telescopio Schmidt de 60 centímetros. Poco después del avistamiento, en la noche del 20 de enero, la NASA difundió mediante la red social X, una predicción detallada de dónde y cuándo se desintegraría el pequeño asteroide al chocar contra la atmósfera terrestre.
"Atención: un pequeño asteroide se desintegrará como una inofensiva bola de fuego al oeste de Berlín, cerca de Nennhausen, poco después de la 1:32 a. m. CET. ¡Los supervisores lo verán si está claro!", anunciaban.
Este suceso recuerda la importancia de mejorar los sistemas de detección de asteroides, especialmente en el caso de cuerpos más grandes que puedan suponer un riesgo real para nuestro planeta. Es por ello que agencias espaciales de diferentes países están trabajando en tecnologías que ayuden a escanear el cielo en busca de estos cuerpos que podrían representar un peligro para la vida.