El alcalde de un pueblo de 450 habitantes que encontró un crómlech como el de Stonehenge

Cuando Ildefonso tenía 10 u 11 años, se ocupaba del ganado que su familia tenía en la finca de La Dehesilla, una parcela que pertenece al municipio toledano de Totanés. Se trataba de un terreno sembrado en su mayor parte, por lo que Ildefonso se veía obligado a llevar sus reses a la única zona que no estaba cultivada. Esa zona era la que él conocía como “Las Piedras”. Muchos días se apoyaba sobre el tronco de una encina y le daba vueltas a sus pensamientos. “¿Qué serán estas piedras puestas en círculo?”. Se lo preguntaba una y otra vez.

Muchas veces llegaba a la conclusión de que se podría tratar de un antiguo corral de ganado. Sin embargo, esa idea la descartaba siempre que llegaba a esa conclusión: había piedras lo suficientemente separadas como para que se escapasen las reses. Sin encontrar una explicación satisfactoria, Ildefonso pasó a dedicarse a otros menesteres y aquellas piedras perdieron parte de su atención.

Un buen día, bien entrado el siglo XXI, Ildefonso junto a su esposa e hijos vieron cómo un grupo de personas estaban haciendo fotografías al verraco vetón que hay en la Plaza de la Concepción de Totanés. Este verraco, de morfología similar a los “Toros de Guisando”, estaba siendo analizado por un grupo de arqueólogos. “Estábamos fotografiando varios verracos de la provincia para una exposición que hacíamos con la Diputación de Toledo y la UCLM”, explica Sergio Isabel-Ludeña, arqueólogo del grupo Cota 667.

Al ver que se trataba de arqueólogos, a Ildefonso se le encendió la bombilla. Tras darles los datos que pedían sobre el verraco, el ya alcalde de la localidad los llevó ante aquellas piedras que visitaba de joven. “Pensamos desde el primer momento que podría ser un crómlech”, señala Isabel-Ludeña. ¿Qué es un crómlech? Se trata de una serie de piedras en disposición circular u oval. Para que se hagan una idea, Stonehenge es el crómlech más famoso.

Antes de lanzar campanas al vuelo, los arqueólogos tenían que verificar que se trataba de una construcción humana. De tratarse realmente de un crómlech, sería el mayor de España. La expectación comenzaba a manifestarse. “Podría ser algo de suma importancia para el pueblo y para toda la comarca de los Montes de Toledo”, añade Elena Gutiérrez, hija de Ildefonso y concejala de Cultura del Ayuntamiento de Totanés.

Recientemente se ha confirmado la alineación astronómica del crómlech con la salida y puesta de Sol el día del equinoccio, algo que apoya contundentemente la construcción por parte del ser humano y que muestra el temprano conocimiento que ya tenían sobre los movimientos de los astros.

Esa alineación pudo ser comprobada por una gran cantidad de público. Esto es así porque al atardecer del pasado 23 de septiembre, equinoccio de otoño, la plataforma de divulgación Ciencia a la Carta, organizó una actividad para dar a conocer esta estructura megalítica al público y que se está encargando también de darle difusión a este descubrimiento.

Este tipo de alineaciones astronómicas en monumentos megalíticos hacen referencia a que se pudo usar como calendario para saber cuándo tenían lugar sus fechas clave como la siembra, la llegada de la época cálida o el comienzo de las lluvias. Los siguientes pasos que dar son la datación de la estructura, el rastreo de restos de herramientas fabricadas por el hombre y una excavación para saber más sobre el uso de esta estructura.

En el pueblo, están asombrados por el interés que está despertando su “corona de piedras”. El Ayuntamiento recibe cada día llamadas telefónicas y correos electrónicos tanto de particulares como de prensa interesándose por el crómlech. Ya se está convirtiendo en un atractivo que beneficia a este pequeña localidad donde sus poco más de 450 habitantes ya notan una pequeña repercusión en su día a día.