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UN SARCÓFAGO CONTAMINADO DESDE 1524
Es un artículo científico, pero el punto de partida haría las delicias de cualquier guionista de Hollywood: ¿Qué tienen en común la Mona Lisa, Cristobal Colón y el misterio sin resolver de la mosca soldado negra? O, planteado de otra manera, ¿qué pueden aportar en un estudio sobre insectos Leonardo da Vinci y una princesa aragonesa que en realidad era italiana?
Un equipo de investigadores de la Universidad de Pisa ha encontrado una larva de mosca entre los restos de una princesa del Renacimiento italiano provocando un pequeño gran quebradero de cabeza al plantear importantes interrogantes sobre el origen de este insecto, la mosca soldado negra.
Hasta ahora se pensaba que este bicho es de origen americano, y que no había llegado a Europa hasta principios del siglo XX. Sin embargo, al encontrar una larva en el sarcófago de Isabel de Aragón, muerta en Nápoles en 1524, cambia por completo el relato. Si además sabemos que esta princesa, conocida en España como Isabel de Nápoles, tiene muchas papeletas para haber sido la modelo de Leonardo en Mona Lisa, el estudio resulta fascinante.
¿Qué hacía una larva de mosca americana de pocos milímetros en la tumba de la Duquesa de Milán (le sobran los nombres a esta noble) cuatrocientos años antes de que sus alas volaran hasta el Viejo Continente?
Todo comenzó en 1984 cuando el profesor Gino Fornaciari exhumó el cuerpo de Isabel de Aragón para realizar estudios paleopatológicos que demostraron que la muerte de la duquesa fue causada por intoxicación de mercurio, que se usaba para curar una forma de sífilis. Allí, cerca de la cabeza de la mujer, se encontraron los restos de una larva de insecto.
El análisis de esos restos muestran que pertenece a la especie americana Hermetia illucens, que siempre ha sido considerada originaria del continente americano y que nunca se había visto en Europa antes de la década de 1900, según explican los autores de un estudio publicado en el Journal of Archaeological Science.
Isabella d'Aragona, como la llaman los italianos, murió el 12 de febrero de 1524, solo unas décadas después de que Colón descubriera América. Llegados a este punto, los investigadores plantean tres posibilidades que explicarían ese sueño que compartieron juntos la larva y la (posible) musa de Leonardo.
En ese período, muchos galeones españoles visitaron el puerto de Nápoles, lo que permite suponer que la mosca llegara accidentalmente a Europa en esos años, con larvas ocultas en cadáveres de animales, como ratas, o entre las provisiones de los buques.
En segundo lugar, explican los investigadores, podría ser falso el origen americano Hermetia illucens, y simplemente pasó inadvertida hasta llegado el siglo XX. Y por último, la larva de la mosca podría ser una pariente similar a la Hermetia illucens de origen europeo, una nueva especie cercana.
"Cualquier contaminación posterior de la tumba no se considera posible", explica a la Universidad de Pisa Gino Fornaciari, uno de los autores del estudio, "porque el sarcófago de Isabel se ha mantenido sellado herméticamente desde su muerte, con la única excepción de cuando unos ladrones visitaron la tumba unos siglos más tarde, cuando su cuerpo ya era un esqueleto y por lo tanto no concuerda con el desarrollo de la Hermetia illucens, que requiere material orgánico en abundancia".
De momento, la duda sigue abierta. Habrá que seguir investigando pero se cuenta con un obstáculo importante: solo se cuenta con este único y antiquísimo ejemplar.