Astronomía, divulgación, descubrimientos, ecología, innovación...
VIDEOBLOG CIENCIAXPLORA
En la actualidad, comemos mucha menos fibra de lo que deberíamos. Las comidas procesadas están cargadas de azúcares y grasas. Sin embargo, nuestro cuerpo sigue diseñado para un consumo muy alto de fibras y no tan elevado de algunas grasas, lo que está contribuyendo a que la obesidad sea la epidemia del siglo XXI.
Ahora, un equipo internacional de científicos ha explicado por qué la fibra puede ser un gran arma contra esa epidemia. Cuando las bacterias de nuestro intestino procesan la fibra, producen una sustancia llamada acetato.
Los investigadores, parte del CSIC, en España, han seguido la ruta del acetato por el cuerpo. Su trabajo muestra que este viaja del colon hasta el cerebro. Allí, el acetato envía un mensaje a las neuronas del hipotálamo: ya estáis saciadas. Y, tras ese mensaje, el apetito desaparece y se deja de comer.
Los investigadores han demostrado los efectos del acetato en ratones que comieron remolacha y otras verduras.
La molécula hizo que los animales engordasen menos a pesar de consumir una dieta llena de grasas. Los autores del estudio quieren probar ahora si lo mismo sucede en humanos. Si es así, aumentar el consumo de fibra podría convertirse en una intervención médica contra la obesidad.