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¿LO SABÍAS?
El fenómeno que se esconde detrás del motivo por el que hay personas diestras y personas zurdas reside en el cerebro, que no actúa de la misma manera en ambos casos.
Según las estadísticas, una de cada diez personas es zurda y, además, su mano izquierda es su mano dominante. Es fácil pensar que la diferencias que presentan las personas zurdas con respecto a las diestras es muy pequeña, pero la realidad nos indica que las diferencias a nivel cerebral son bastantes.
En principio, a nivel físico no hay ninguna diferencia. Las diferencias reales se pueden apreciar cuando se ponen en funcionamiento y cuando se mueve una extremidad. Esto produce que se trabaje desde el lado contrario del cerebro. De esta forma, si se usa el brazo derecho, se utiliza la corteza cerebral derecha.
Todo el mundo tiene un lado dominante porque se tiende a usar siempre uno más que el otro. A este fenómeno se le conoce como lateralidad. Un hecho que no se determina hasta los 5 años de edad. Es más, hay distintas variables que lo determinan. Algunos expertos teorizan que puede deberse a causas evolutivas, pero también se cuenta con que la genética juega un papel importante. Incluso parece que la médula espinar puede tener que ver en ello.
Por otro lado, el caso de los ambidiestros es especial. Tanto es así, que solo el 3% de la población lo es. En estas situaciones, el cerebro no consigue llegar a marcar una dominancia clara por ninguno de los lados, por lo que la lateralidad se queda a medias, faltando la especialización de uno de los lados para la realización de las tareas motoras.