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Repasar como un loco en las horas antes te va a servir de poco
Sí, has leído bien. Existen evidencias científicas de que el chocolate es uno de los mejores aliados de los estudiantes. David Kennedy, de la Universidad de Northumbria (Reino Unido), demostró que cualquier tarea mentalmente desafiante se resuelve mejor con chocolate. Especialmente cuando se trata de resolver operaciones aritméticas. En su experimento reunió a 30 voluntarios y les pidió que contaran hacia atrás de tres en tres a partir de un número elegido al azar entre 800 y 999. Primero "a palo seco". Y luego tomándose una bebida de chocolate. Los resultados revelaron que después de la ración de cacao calcularon más rápido y se equivocaron menos.
Lo atribuyen al flavonol, un antioxidante que abunda en el chocolate negro. Y que no solo es eficaz a corto plazo. Otro trabajo del que se hacía eco la revista Nature Neuroscience revelaba que si durante tres meses consecutivos un adulto de más de cincuenta años consume bebidas de chocolate, mejora tanto en las pruebas de memoria que, sobre el papel, parece que tiene entre veinte y treinta años menos. Entre otras cosas porque los antioxidantes del cacao aumentan la actividad en un área del hipocampo llamada giro dentado, clave en la memoria.
Recurrir a la goma de mascar tampoco parece mala idea. Hace más de una década, neurocientíficos británicos de la Universidad de Northumbria demostraron que masticando chicle los resultados en un test de memoria mejoran hasta un 40%. La causa no está clara, aunque los investigadores sospechan que se debe a que con la goma de mascar dando vueltas en la boca aumenta el ritmo cardíaco, y eso aporta más oxígeno y glucosa al cerebro.
Sea cual sea la explicación, lo cierto es que masticar chicle aumenta la memoria a corto plazo, la alerta mental y la velocidad de reacción, tal y como confirmaba hace poco otro estudio más reciente la Universidad de Cardiff. Y otros experimentos apuntan a que la goma de mascar aumenta la productividad y reduce los errores cognitivos, además de ayudar a que el cortisol - la hormona del estrés, que nos mantiene en altera- se eleve por las mañanas, cuando necesitamos estar más espabilados.