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ESTUDIO PARA EL TRATAMIENTO DE LA DEPRESIÓN Y OTRAS DEMENCIAS
No es cosa de broma. Algunas personas son incapaces de experimentar placer, y pierden el interés por prácticamente todas las actividades que realizan. Se llama anhedonia, y es un síntoma de que quién lo padece está afectado por depresión. También es un indicador de otro tipo de enfermedades como el alzhéimer o la esquizofrenia.
¿Cómo se desencadena esta terrible apatía en nuestro cerebro? Un equipo de investigadores de diferentes universidades estadounidenses intenta dar solución a esta pregunta y ya ha conseguido inducir en ratones de laboratorio los sentimientos típicos de la anhedonia.
Cuando experimentamos sensaciones placenteras, se activa el "sistema de recompensa" del cerebro y una sustancia química denominada dopamina inunda una parte del mismo conocida como cuerpo estriado. Algunos trabajos previos habían sugerido también que la anhedonia podría relacionarse con la actividad de otra región llamada corteza prefrontal media, que sería una especie de "director de orquesta" que regula el sistema de recompensa.
En este último estudio, que se ha publicado en la revista Science, los científicos utilizaron imágenes cerebrales y algunos tipos de estimulación para inducir la anhedonia en ratones. Por ejemplo, con una técnica denominada optogenética, que consiste en iluminar células nerviosas sensibles a la luz, consiguieron un aumento en la actividad del cuerpo estriado a través de la secreción de dopamina. Dicha actividad se midió con imágenes de resonancia magnética funcional.
Otra de las pruebas consistió en estimular con diferentes intensidades las neuronas en la zona de la corteza prefrontal media, y como resultado se observaron variaciones en la actividad del cuerpo estriado. ¿Cómo comprobaron el efecto sobre las sensaciones placenteras? En uno de los experimentos, los ratones perdieron el interés por beber agua azucarada, que habitualmente constituye un manjar para estos animales. En otra prueba, los ratones se volvían menos sociables de lo habitual cuando se les ponía en contacto con algún nuevo individuo.
Los autores concluyen que la anhedonia provoca sus efectos de reducción del placer a través de la corteza prefrontal media que, a su vez, regula la liberación de dopamina en distintas áreas del cerebro. El conocimiento en profundidad de cómo funciona esta complicada red de circuitos neuronales será de gran utilidad para el tratamiento de la depresión y de ciertos tipos de demencia.