Astronomía, divulgación, descubrimientos, ecología, innovación...
VÍAS ALTERNATIVAS DE BUSCAR INGRESOS
Desde hace unos años, los médicos están comenzando a trasplantar heces de personas con ciertas características especiales a otras que lo necesitan por alguna enfermedad, como tipos de esclerosis múltiple, diarreas crónicas, catarros permanentes o problemas estomacales graves.
Habitualmente, al igual que en el caso de los órganos, las donaciones son precisamente eso, donaciones, es decir, gratuitas, pero con las heces la cosa está cambiando. Al menos en Australia, donde estas prácticas médicas, que han resultado ser bastante efectivas, están teniendo una gran demanda y ya se han realizado más de 10.000 trasplantes en poco menos de un año y medio.
Tal es así que el Centro Nacional de trastornos digestivos de Australia ha comenzado a retribuir a aquellas personas que donen sus heces para fines médicos y puedan ayudar a otras personas a recuperar su calidad de vida.
Ahora bien, no todo el mundo sirve y no todas las heces son igual de válidas. Para ser el candidato perfecto hay que cumplir con una serie de requisitos, como llevar una vida saludable, una dieta equilibrada y no tener problemas intestinales. Además, tienes que vivir a menos de una hora del centro de recogida de muestras, ya que esta tiene que estar lo más reciente posible para que guarde todas sus propiedades.
Si estás dentro de las personas que pueden “vender” sus heces, los precios no están nada mal. Por cada deposición te llegan a pagar hasta 50 dólares y, teniendo en cuenta que vamos, de media, una vez al baño al día a hacer aguas mayores, son 350 dólares a la semana que, por 52 semanas, sale a 18.200 dólares al año, unos 14.600 euros al cambio del día 11 de abril.