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HOMBRES CON PELO... ¿DÓNDE?
Cierto. El rollo ‘barbudos hipsterianos’ empieza resultar un poco agotador. En lo últimos años parece que todo hombre al que no le cuelguen de la barbilla al menos cinco centímetros de pelo –lo mejor atusado posible– no debería ni molestarse en salir a la calle.
De pronto parece que todos los chicos salen de un mismo molde forjado a base de camisas de cuadros, extensa barba y, a poder ser, gafas de pasta. ¿Les gustará a todos ser iguales? Quizás no, pero el caso es que les funciona. O eso dice la ciencia.
Aunque muchos crean tener un buen as en su manga por cuidar de su cuerpo y lucir unos musculados cuerpos de infarto, un reciente estudio publicado en el Journal of Evolutionary Biology acaba de explosionar su pódium de la belleza. Resulta que lo que puede jugar un papel determinante a la hora de resultar atractivo para el género femenino es el vello facial.
Eso sí, ni vale con cualquier tipo de barba ni asegura ligar como un condenado en cualquier barra de bar. Al parecer, los chicos barbudos son el espécimen más cotizado por aquellas mujeres que buscan pareja estable.
Del “pinchas” al “qué suave”: la evolución barbuda
Para llegar a esta conclusión, los investigadores mostraron a más de 8.500 mujeres distintas imágenes generadas por ordenador de caras masculinas. Sin dejar de lado el clásico ‘para gustos, colores’, las fotografías mostraban rostros con barbas largas, rasuradas, bigotes o afeitados radicales además de hombres con pronunciados pómulos y mandíbulas o abultados mofletes.
Ellas evaluaron su grado de atractivo en función del tipo de relación que les gustaría tener con cada uno de los ejemplares.
“Ya, pero ¿cómo de larga y abundante la debo llevar?”, se estarán preguntando muchos. Calma, que hay toda una ciencia detrás de las utilidades que esconde el vello facial masculino.
Atendiendo a los resultados de la investigación, quienes buscan pasar un buen rato, pero nada serio deberían optar por la atractiva barba de tres días, la gran ganadora de los rostros que fueron señalados como sexis y varoniles.
Eso en lo que a sex-symbols se refiere, a la hora de señalar con qué estilo de hombre les gustaría ir un poco más allá de una mera cita o encuentro carnal los barbudos se llevaron la palma.
Por el contrario, los chicos afeitados que tenían caras tanto muy femeninas como extremadamente masculinas fueron calificados como los menos atractivos, independientemente de qué tipo de relación estuviesen buscando.
Fantástica información, pero ¿a qué se debe? Los investigadores, como suele ocurrir en este tipo de estudios, encuentran la explicación en causas evolutivas.
En su opinión, las barbas sugieren que sus dueños son hombres fértiles y masculinos lo que hace que las mujeres inconscientemente piensen que serán capaces de hacer que bebés ‘como dios manda’.
Los imberbes, por su parte, se relacionarían con la pubertad y con la sensación –de nuevo inconsciente– de que les va a costar lo suyo dejarlas embarazadas. Aquí no hay futuro, señoras.
Sin ánimo de poner en duda la base científico-evolutiva del asunto, ¿puede que el hecho de que estén de moda y se hayan convertido en el canon de belleza masculina tenga algo que ver en que su imagen resulte más atractiva para tenerla cerca más allá de un revolcón? Sea como fuere, parece que las barberías continuarán siendo uno de los negocios más seguros y rentables durante mucho, mucho tiempo.