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LA PIEL DEL PENE PUEDE AYUDAR A LAS PERSONAS CON PROBLEMAS DE CORAZÓN
Una nueva investigación llevada a cabo por investigadores de Nueva York ha hecho posible regenerar un músculo cardiaco a partir de tejido del prepucio humano. Según los expertos, al añadir una serie de compuestos químicos, este tejido puede actuar como músculo cardiaco y contribuir a la recuperación de pacientes que, por ejemplo, han sufrido un infarto.
Científicos del departamento de Biología Molecular y Genética de la Universidad de Cornell, en Ithaca , Nueva York (EEUU) han conseguido regenerar un músculo cardiaco gracias a tejido del prepucio humano (el pliegue móvil de la piel del pene que cubre el glande). Este hito en medicina ha sido publicado en la prestigiosa revista Science.
Según los expertos, al añadir una serie de compuestos químicos idóneos a tejido procedente del prepucio humano, es posible que este actúe como músculo cardiaco y contribuya a la recuperación del paciente tras, por ejemplo, un ataque al corazón. Esto es precisamente lo que han conseguido estos científicos estadounidenses tras lograr que estos tejidos no cardiacos bombearan la sangre desde el propio corazón infartado.
¿Cómo es posible?
Las características particulares del tejido del prepucio humano han facilitado el exitoso experimento. Y es que este tejido es flexible y muy liso, por lo que tiene la posibilidad de convertirse en cardiomiocitos, las células del músculo cardiaco que ayudan precisamente a que el corazón lata.
Así pues, sin la injerencia de material genético que pudiera conducir a mutaciones genéticas no deseadas o provocar un crecimiento celular fuera de control, los investigadores han administrado una serie de compuestos, un auténtico cóctel químico, idóneo para este tipo de tejido del cuerpo humano. La fórmula clave para no provocar una respuesta inmune del organismo y que este rechace el tratamiento ha sido la identificación y utilización de unos compuestos químicos que no causan el temido rechazo del cuerpo, sino que, por el contrario, lo acepta como válido y lo integra en las correspondientes funciones vitales, como en este caso el corazón.
Resultado del experimento
Para el experimento, los investigadores han utilizado ratones de laboratorio. Los científicos han conseguido que el 27% de las células procedentes del tejido del prepucio adoptara características propias de los cardiomiocitos citados (en contraposición con el 0,1% si se empleaba manipulación genética). Otra de las ventajas de esta técnica es que el tratamiento por regeneración celular tiene un coste muchísimo más bajo que en la manipulación genética, lo que en el futuro ayudará a crear nuevos tratamientos de regeneración cardiaca mucho más sencillos y plausibles dentro del campo de la medicina regenerativa.
El equipo de investigadores, que ha comparado esta técnica como un avance tan útil como el del empleo de células madre, estuvo liderado por la experta en biología molecular y genética, la doctora Julia K. Goodrich.