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perdemos una parte de nuestra diversidad microbiana
Las personas que viven en sociedades modernas han perdido una parte sustancial de su diversidad microbiana.
"Nos enfrentamos a una creciente crisis de salud global, que requiere que capturemos y preservemos la diversidad de la microbiota humana mientras aún existe”. La investigadora venezolana Maria Gloria Dominguez llama hoy la atención sobre la necesidad de salvaguardar los microorganismos beneficiosos del ser humano y, junto a otros investigadores, propone la creación de una especie de Arca de Noé.
En un artículo publicado en la revista Science, Domínguez y otros investigadores piden la creación de una cámara acorazada de microbiota global para proteger la salud de la humanidad a largo plazo. La idea consiste en construir un depósito mundial de microbios, similar a la Bóveda de Semillas de la isla de Svalbard (Noruega), en la que se preserva la biodiversidad natural de las plantas.
Los microorganismos beneficiosos serían recolectados de poblaciones humanas cuyos microbiomas no están comprometidos por el consumo de antibióticos, las dietas procesadas u otros efectos de las sociedades industrializadas, que, según los investigadores, han contribuido a una pérdida masiva de diversidad microbiana y a un aumento paralelo de ciertos problemas de salud.
El microbioma humano incluye los millones de organismos microscópicos que viven en nuestros cuerpos, como bacterias, virus y hongos, y que contribuyen a nuestra salud de un sinfín de maneras. Según Domínguez, estos microbios “nos ayudan a digerir los alimentos, fortalecen nuestro sistema inmunológico y nos protegen contra los gérmenes invasores”.
Sin embargo, los investigadores alertan de que a lo largo de unas pocas generaciones, “hemos visto una asombrosa pérdida de diversidad microbiana”, fundamentalmente entre las personas que viven en sociedades urbanizadas.
En este sentido, los científicos destacan que la flora intestinal de la mayoría de los estadounidenses es la mitad de diversa que la de los miembros de sociedades de cazadores-recolectores que viven en aldeas amazónicas aisladas.
Entre las posibles causas de la pérdida diversidad microbiana en las sociedades modernas, los investigadores señalan un suministro de agua altamente procesada, las dietas refinadas y una exposición ambiental alterada, así como el consumo de antibióticos antes, durante y después del parto, los partos por cesárea o la alimentación con biberón.
Los investigadores aseguran que “la pérdida de nuestra herencia microbiana ancestral, a la que hemos estado expuestos a través de millones de años de evolución”, puede afectar a la salud global, ya que “abre nichos para los invasores oportunistas”.
De esta forma, “los cambios en la microbiota humana que ocurren con la industrialización pueden ser el factor subyacente” del aumento de enfermedades metabólicas, imunitarias y cognitivas, incluyendo la obesidad, la diabetes, el asma, las alergias y el autismo, aseguran los investigadores.
Es por esto que los científicos aseguran que sería deseable salvaguardar la herencia genética de nuestra microbiota por si pudiera ser reutilizada en el futuro. Según los investigadores, “debemos a las generaciones futuras la salvaguarda de los microbios que colonizaron a nuestros antepasados durante al menos 200.000 años de evolución humana. Debemos empezar antes de que sea demasiado tarde”.