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LA PREVENCIÓN ES LO MEJOR
En nuestro país se utilizan sobre todo tres tipos de gas como fuente de energía: el gas natural, el gas butano y el gas propano. Cada uno tiene unas características diferentes que no está de demás conocer, sobre todo a la hora de evitar una posible fuga de gas. En el vídeo superior te damos algunos consejos para prevenirlas.
En primer lugar, si utilizas gas natural debes saber que en realidad es una mezcla de gases, aunque su mayoría es metano, no obstante, para su elaboración no suele haber ningún proceso industrial. Se suele suministrar mediante tuberías y es menos pesado que el aire así que en caso de fuga suele ir hacia la parte alta de la estancia.
En segundo lugar, tenemos el gas butano. Este se obtiene del petróleo y se suele proveer a través de las conocidas bombonas. Este si es un gas más pesado que el aire, por lo que en caso de fuga este se situará en la parte más baja de la habitación.
Por último, también tenemos las bombonas de gas propano, que al igual que el butano también se obtiene del petróleo y es más pesado que el aire. Este se puede almacenar en grandes depósitos para uso común o también en bombonas individuales. Quizá la diferencia principal con el butano sea que este gas puede funcionar cuando las temperaturas son muy bajas, y sin embargo el butano no.
Para prevenir una fuga de gas, además de los consejos que te damos en el vídeo es importante saber qué tipo de gas tienes en casa y cómo actúa.
Si ya sospechas que puedes tener una fuga de gas en casa es importante tomar algunas precauciones. Desde la web www.aprendemergencias.es dan algunos consejos:
Si empiezas a oler a gas y tienes la luz apagada es importante que no la enciendas, ya que al encender el interruptor se puede producir una chispa que haga que el gas explote, evidentemente tampoco enciendas ningún tipo de llama, no uses cerillas o encendedores.
Ventila el lugar, abre bien las ventanas para que el gas que pueda haberse acumulado comience a salir.
Asegúrate que la llave de paso o la válvula de la bombona estén cerradas.
Si sigues pensando que el problema es más grave siempre llama a un técnico para que haga una buena revisión de la instalación o si sientes peligro llama al 112 desde un lugar seguro.