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BROMAS COMO REMEDIO

Compartir la resaca con tus amigos la hace más llevadera

Un estudio realizado por investigadoras británicas sugiere que pasar el día después de una ingesta excesiva de alcohol compartiendo anécdotas y bromas ayuda a los jóvenes a sobrellevar los síntomas.

La bajada de la concentración de alcohol en sangre produce tristeza y fatiga Tim Marshall I Unsplash

Más allá del dolor de cabeza y las náuseas, el día después de un atracón de alcohol puede estar repleto de desagradables sentimientos de arrepentimiento, ansiedad y tristeza. Sin embargo, también puede convertirse en un buen momento para compartir historias, contar bromas y fortalecer amistades, según sugiere una investigación de la Universidad de Bath en Reino Unido.

Las responsables del estudio, expertas en psicología, llegaron a estas conclusiones después de analizar las experiencias que tienen los estudiantes de universidad respecto a las molestias ocasionadas por la ingesta excesiva de alcohol. Les preguntaron sobre su actitud al respecto y sobre los efectos psicológicos y sociales que tiene en sus vidas.

El alcohol es lo que se denomina una droga bifásica, lo que quiere decir que produce diferentes efectos divididos en dos etapas muy claras. La primera, correspondiente a la ingesta creciente de bebidas alcohólicas, está caracterizada por la euforia y el buen humor. Durante la segunda, que se produce cuando la concentración de alcohol en sangre comienza a bajar, suele ir acompañada de sensación de cansancio y bajo ánimo.

La mayoría de jóvenes consultados por las investigadoras admitieron sentirse tristes, irritables, enfadados, tristes y solos. Sin embargo, muchos de ellos consideraban que las resacas tenían un papel en el fomento de las relaciones sociales y de grupo. Las entendían como la continuación de la socialización de la noche anterior. Compartir anécdotas o recordar momentos de la velada que habían vivido les ayudaba a sobrellevar el malestar.

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