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¿MITO O REALIDAD?

¿Crecen el pelo y las uñas después de morir?

El hecho curioso que suscita el desarrollo del cabello y las uñas tras fallecer ha sido siempre cuestionado. Explicamos el porqué de esta creencia y si realmente están en lo cierto dichas afirmaciones.

Durante años nos han hecho creer que estas dos partes del cuerpo siguen creciendo tras fallecer. El origen de esta afirmación no tiene ningún sustento, pero nos lo han mostrado en películas y novelas haciéndonos entender erróneamente que esto sucede.

Habitualmente no pensamos en las uñas como una parte fundamental del cuerpo para la protección de las falanges. Sin embargo, su formación es el resultado de una concentración de células muertas y su crecimiento se da por la manifestación de la queratina, misma sustancia que sustenta el cabello.

Como explica la Academia Americana de Dermatología en su publicación ''Lo que los niños deben saber sobre cómo crecen las uñas'', las células realmente están vivas dentro de la piel. Las células vivas hacen que las uñas crezcan, pero, para cuando la uña ya sobresale, estas están muertas.

Algo similar ocurre con el cabello. Los vasos sanguíneos que se encuentran en cada folículo sustentan a la raíz para que el pelo pueda crecer. Las células que permiten el crecimiento, una vez el pelo se muestra en la superficie, dejan de estar vivas. La sustancia principal que alimenta el crecimiento de las células es la glucosa, encargada de suministrar energía para el desarrollo tanto de las uñas como del cabello.

¿Por qué es importante la glucosa?

El azúcar en plasma, también llamado glucosa, es la sacarosa principal que se encuentra en la sangre. Se considera la primera fuente de energía de nuestro organismo. Es la encargada de que la digestión, reparación de tejidos y multiplicación de células se lleven a cabo.

Una vez que la persona muere, los valores de glucosa se desploman y esto hace que las células ya no puedan realizar sus funciones, por lo que es imposible que crezcan las uñas y el cabello.

¿Por qué se cree que las uñas y el pelo siguen creciendo?

Tras fallecer, el organismo pierde hidratación, haciendo que los tejidos del cuerpo y, por tanto, la piel, se retraigan a causa de la pérdida de agua, nutrientes y oxígeno. Esto lleva a que el cuerpo no tenga células vivas, por lo que no genera energía.

Tanto el crecimiento de las uñas como el del cabello necesitan células vivas para llevarse a cabo, por lo que la creencia de que las uñas y el cabello crecen es una ilusión óptica. Dado que el tejido se retrae, parece que el pelo y las uñas han aumentado su tamaño.

No obstante, el máximo crecimiento que podría apreciarse en un cuerpo fallecido es tan solo de unos pocos milímetros por lo que, diferenciar este aumento es difícil para el ojo humano.

¿Qué partes de nuestro cuerpo no dejan de crecer?

Además del cabello y las uñas, existen dos partes más del cuerpo humano que continúan aumentando de tamaño durante nuestra vida: las orejas y la nariz.

Con el paso del tiempo, el cartílago, tejido que las componen, pierde flexibilidad. Los estudios realizados durante años indican que la propia gravedad del cuerpo humano es lo que influye en que el colágeno y las fibras que componen el tejido se estire y parezca que las orejas y la nariz aumentan su tamaño.

Es cierto que existen partes del cuerpo humano que no dejan de crecer durante toda nuestra vida, pero, una vez nuestro organismo muere, ninguna parte de éste continúa haciéndolo.

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