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MISTERIOS DEL GAMETO MASCULINO

Descubren una estructura en los espermatozoides que les permite nadar más rápido

Un grupo de investigadores que estudiaba las células sexuales masculinas ha descubierto una desconocida estructura en forma de espiral situada en la cola.

La cola de los espermatozoides juega un papel fundamental para que lleguen hasta el óvulo Zappys Technology Solutions

El movimiento de los espermatozoides es fundamental en el proceso de reproducción y por eso los científicos llevan décadas investigando la estructura o las capacidades de estas células. Sin embargo, aún no se sabe todo sobre ellas: un grupo internacional de investigadores acaba de descubrir una nueva nanoestructura en ellas.

La estructura, en forma de espiral, está ubicada en la cola de estas células, una región que juega un papel fundamental para que los espermatozoides sean capaces de llegar hasta el óvulo y fecundarlo. En concreto, unos bloques de proteínas denominados tubulinas, que forman a su vez tubos más largos (microtúbulos) situados en la cola del espermatozoide, son los que permiten a los espermatozoides nadar hasta su objetivo.

El funcionamiento no es nada sencillo: miles de proteínas motoras deben coordinarse a la perfección para lograr ese movimiento. Por eso, el grupo de investigadores, formado por científicos de la Universidad de Gotemburgo en Suecia y de la Universidad de Colorado en Estados Unidos, pretendía estudiar mejor el complejo funcionamiento de la cola observándola en 3D.

Lo lograron gracias a la tomografía crioelectrónica, una técnica microscópica que permite captar imágenes de las estructuras celulares congeladas. Al no añadir productos químicos que oscurezcan las estructuras más pequeñas, se pueden observar mejor los detalles.

Fue analizando esas imágenes en 3D cuando se percataron de algo que nunca habían visto antes en el interior de esos microtúbulos: una espiral desconocida que medía aproximadamente una décima parte de la longitud de la cola y a la que han llamado TAILS.

“Creemos que esta espiral puede actuar como un corcho dentro de los microtúbulos, evitando que se expandan y se encojan como lo harían normalmente, y permitiendo que la energía del espermatozoide se concentre completamente en nadar rápidamente hacia el huevo”, ha detallado Davide Zabeo, estudiante de doctorado en el Departamento de Química y Biología Molecular en la Universidad de Gotemburgo.

Por el momento, los investigadores han compartido los detalles de su hallazgo en la revista Scientific Reports, pero su trabajo no ha terminado aún. Ahora, pretenden averiguar exactamente la composición de esa nanoestructura desconocida, qué función realiza y de qué forma contribuye a que los espermatozoides naden. Aún hay algún que otro misterio por descubrir en el complejo proceso de la reproducción humana.