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¿UNA PARTIDITA EN EL DESCANSO?
Echar el rato jugando a la consola no suele vincularse con un aumento en la eficacia del trabajo, pero parece que debemos repensar la forma en que entendemos la relación entre los videojuegos y la productividad.
Un nuevo estudio de la Brigham Young University ha demostrado que jugar juntos a la consola hace que los compañeros de equipo rindan mucho más. El incremento de la productividad, afirman, llega hasta un sorprendente 20%.
Para llegar a esta chocante conclusión los investigadores dividieron un grupo de 352 voluntarios en 80 grupos, asegurándose de que los componentes no tuvieran relación previa. Como tarea a completar de forma colaborativa escogieron una aplicación móvil llamada Findamine, que ya se había utilizado previamente con éxito en experimentos similares.
Se trata de una app de ‘geocaching’ en la que los miembros de un equipo tienen que encontrar un determinado lugar en base a las pistas en formato texto que van recibiendo, acudir a ese lugar y echar una foto que se sube a la plataforma.
Subdividirse en parejas y repartirse el trabajo es una de las formas más efectivas de hallar un gran número de localizaciones, así que la prueba requiere coordinación y organización entre equipos.
Al lograr su objetivo, los participantes iban ganando puntos que después se traducían en dinero para los vencedores.
A cada uno de los 80 equipos se le asignó una de tres tareas a realizar entre la primera y la segunda ronda de Findamine. Los miembros del grupo de control pasaron 45 minutos trabajando en solitario, sin hablar entre ellos.
A un segundo conjunto se les dio una serie de preguntas relacionadas con la primera tarea de Findamine, de forma que pudieran discutirlas para encontrar áreas de mejora de cara al segundo intento. Un tercer grupo tuvo que elegir entre dos videojuegos, Rock Band 3 y Halo 4, para echar un rato divertido y cooperar entre sí de un modo diferente.
Los resultados de la segunda ronda de Findamine demostraron que los equipos del tercer grupo, los que habían jugado a la consola, eran los que más se habían beneficiado del tiempo muerto.
Su rendimiento mejoró de forma sustancial, mejorando sus marcas en una media del 20% y demostrando que echar partidas juntos incrementaba su productividad.
“Ver un salto así de grande fue un poco chocante”, afirma el líder del estudio. “Las empresas están gastando miles y miles de dólares en actividades de ‘team-building’, y yo pienso: mejor id a comprar una Xbox”.
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