¿Duermes mucho? Este es el motivo por el que estás más cansado al levantarte

Por lo general, entre semana dormimos menos tiempo, ya que si tienes que madrugar, probablemente tus horas de sueño escaseen. Por ello, cuando encontramos un día en el que no necesitamos poner despertador, aprovechamos para descansar algo más. Sin embargo, puede que aun durmiendo durante mucho tiempo tu cuerpo se sienta más agotado que nunca. Pero, ¿cómo es posible? Pues bien, esto tiene una sencilla explicación.

Dependiendo de nuestro horario y de las horas de sol del lugar en el que vivamos, nuestro organismo funciona de una forma u otra. Sin embargo, como el ser humano suele aprovechar el día, tendemos a levantarnos con los primeros rayos de luz. Esta rutina englobaría un ritmo circadiano completo: dormir por la noche y despertar por la mañana.

Qué son los ritmos circadianos

Cada persona dispone de un sistema circadiano situado en el hipotálamo y formado por ritmos. Estos últimos funcionan a partir de cambios físicos, mentales y conductuales que siguen un ciclo: el de la luz y el de la oscuridad.

Cuando nuestro sistema circadiano capta la luz de la mañana y descubre que es de día, envía a todo el cuerpo una señal, con el fin de avisarle de que ya se tiene que despertar. Este es el motivo por el cual, cuando nos acostumbramos a un horario, nos despertamos siempre a la misma hora sin necesidad de un despertador.

No obstante, te interesará saber por qué nuestro cuerpo actúa de esta manera. Sencillo: para que la energía que genera nuestro organismo durante 24 horas se reparta equitativamente a lo largo del día. Entonces, ¿por qué cuanto más dormimos más cansados estamos?

La embriaguez del sueño

Nuestro cuerpo empieza a gastar energía más o menos a la hora a la que le hemos acostumbrado a despertarse. Por ello, aunque sigamos dormidos, comenzamos a consumir energía desde bien temprano. Como nuestras células siguen en la fase del sueño, pero al mismo tiempo están derrochando esfuerzo, al despertarnos se encuentran confundidas. Esto es lo que provoca que nos sintamos tan cansados al dormir demasiado.

A este suceso se le conoce como embriaguez del sueño, por crear una sensación similar a la de una resaca. Los síntomas más habituales son el sueño, el dolor de cabeza, los ojos rojos e irritados y las extremidades pesadas. Si lo padeces de forma habitual, corres el riesgo de sufrir enfermedades como la diabetes o la obesidad.

La revista médica 'Neurology', de la Academia Estadounidense de Neurología, realizó, en 2014, más de 19.000 entrevistas para conocer la incidencia y las consecuencias de los casos de embriaguez del sueño en las personas. El estudio encontró que el 15% había experimentado un episodio en el último año. En la mayoría de los casos “las personas con embriaguez de sueño también tenían un trastorno del sueño, un trastorno de la salud mental, o tomaban drogas psicotrópicas como los antidepresivos”, afirma el estudio. Por ello, es importante que controles bien las horas de sueño, y procures no dormir más de la cuenta.

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