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La empatía comienza a ser un bien muy valioso para los directores de recursos humanos. Según han demostrado varios estudios científicos, aquellas personas que derrochan simpatía son bienvenidas en cualquier empresa gracias a los beneficios que traen consigo.
Esta empatía se da gracias a las famosas 'neuronas espejo' descubiertas por los científicos Lacoboni y Rizzolatti, primero en monos y después en seres humanos. Según sus conclusiones, así como la de posteriores estudios, la empatía es contagiosa y es un acto casi instintivo desde que nacemos.
Así, cuando nos encontramos a una persona con un alto grado de empatía, nos es casi imposible, tras fijarnos en su cara o en sus gestos, no sentirnos conquistados por ella, por lo que acabamos copiando su sonrisa.
Esto para las empresas es un auténtico filón, ya que aumenta el compañerismo, el buen ambiente en la oficina y por tanto contribuye a un trabajo mejor hecho y a mantener una relación sana con sus semejantes en el lugar de trabajo.