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Cuidar la dieta para evitar problemas de salud
Se cree que la dieta juega un papel clave en el riesgo de cáncer. La investigación actual demuestra que un 30% estimado de los cánceres que se producen en el mundo podrían prevenirse con ciertas modificaciones nutricionales.
Aunque existe un vínculo demostrado entre la obesidad y ciertos tipos de cáncer, cierto es que se sabe menos acerca de cómo la relación entre la energía y el peso de los alimentos (lo que se conoce como medida de densidad de energía alimentaria o DED), contribuye al riesgo de cáncer.
Para dar respuesta a esta pregunta, los investigadores observaron el DED en las dietas de mujeres posmenopáusicas y descubrieron que el consumo de alimentos altos en DED estaba relacionado con un aumento del 10% en el cáncer relacionado con la obesidad entre las mujeres de peso normal. Sus hallazgos han sido publicados en la revista Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics.
DED sirve para medir la calidad de los alimentos y la relación entre calorías y nutrientes. Cuantas más calorías por gramo de peso tenga un alimento, mayor es su DED. Los alimentos enteros, incluyendo verduras, frutas o la proteína magra (como las aves de corral o la carne roja) se consideran alimentos de bajo DED porque proporcionan una gran cantidad de nutrientes usando muy pocas calorías. Los alimentos procesados, como las hamburguesas y las pizzas, se consideran alimentos de alto DED porque se precisa una cantidad mayor para obtener los nutrientes necesarios. Estudios anteriores han demostrado que el consumo regular de alimentos altos en DED contribuye al aumento de peso en adultos.
Con el fin de obtener una mejor comprensión de cómo la densidad de energía alimentaria se asociaba al riesgo de cáncer, los investigadores utilizaron datos de 90.000 mujeres posmenopáusicas de la Iniciativa de Salud de la Mujer, incluyendo su dieta y cualquier diagnóstico de cáncer. El equipo encontró que las mujeres que consumían una dieta más alta en DED tenían un 10% más de probabilidades de desarrollar un cáncer relacionado con la obesidad, independientemente del índice de masa corporal que tenían. De hecho, el estudio reveló que el aumento del riesgo parecía limitado a las mujeres que tenían un peso normal al inscribirse en el programa.
"El efecto demostrado en mujeres de peso normal en relación con el riesgo de cánceres relacionados con la obesidad es nuevo y contrario a nuestra hipótesis. Este hallazgo sugiere que el control de peso por sí solo no puede proteger contra los cánceres relacionados con la obesidad si las mujeres favorecen un patrón de dieta indicativo de alta densidad de energía", comenta Cynthia A. Thomson, líder del trabajo.
Aunque la restricción de los alimentos densos de energía puede desempeñar un papel importante en el control de peso, los investigadores encontraron que el aumento de peso no fue el único responsable del aumento del riesgo de cáncer entre las mujeres de peso normal en el estudio.
Si bien se necesita más investigación para entender cómo la densidad energética puede resultar crucial en el riesgo de cáncer para otras poblaciones como los jóvenes y los hombres, esta información puede ayudar a persuadir a las mujeres posmenopáusicas a escoger alimentos bajos en DED, incluso si ya están en un índice de masa corporal saludable .
Alimentos a evitar: dulces, alimentos fritos, patatas fritas, pasta, vegetales con almidón, salsas pesadas, queso, nueces y semillas. No todos los alimentos ricos en energía son malos, pero hay que tener en cuenta la porción que tomamos de ellos a la hora de ingerirlos.