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VÍDEOBLOG CON AURORA FERRER
Fijémonos en el 'look' de Shaggy y en el apetito voraz que les distinguía tanto a él como a su perro. Mirad los ojos del flacucho: ¡son todo pupilas! También resulta sospechoso el miedo injustificado de ambos a que sus enemigos resultasen ser fantasmas de verdad... muy a pesar de que nunca lo fuesen.
Esto nos hace preguntarnos qué tenían en realidad las “Scooby galletas” que Shaggy devoraba a pesar de ser alimento para canes. Aunque el equipo creativo niega cualquier adicción por parte del cabeza del grupo, las pruebas apuntan a que los rumores podrían tener razón.