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UN RITUAL CRUEL
Tras analizar los huesos de decenas de perros y lobos encontrados en la actual Rusia, un equipo de investigadores sugiere que podrían haber fallecido en rituales de hace más de 3.500 años.
Suele decirse que el perro es el mejor amigo del hombre, pero los humanos no siempre han tratado a los canes como camaradas. Restos antiguos de huesos y calaveras de perros hallados en Eurasia han proporcionado evidencias de que los pobres animales eran objeto de un rito de iniciación en el que no salían muy bien parados.
Dos investigadores del Hartwick College de Nueva York han analizado la osamenta de al menos 64 perros y lobos, que estaban partidos y pertenecían a ejemplares viejos. El material data de la Edad de Bronce (tienen entre 3.900 y 3.700 años) y provienen de la ciudad ancestral de Krasnosamarskoe, situada en la Rusia actual.
Según reflejan en un estudio publicado en 'Journal of Anthropological Archaelogy', los jóvenes de aquella época mataban a perros y lobos y después consumían sus cuerpos como un ritual. En base a los análisis químicos de sus dientes, los expertos han concluido que las matanzas se producían mayoritariamente durante el invierno, lo que significa que no tenían como fin la alimentación.
Sus autores señalan que esta costumbre podría estar relacionada con algunos mitos de la cultura griega y celta que dicen que los jóvenes eran iniciados en bandas guerreras antes de atacar otras aldeas. Los chicos se transformaban simbólicamente en lobos o perros durante estas ceremonias.
Este tipo de ritos guerreros asociados a los canes aparecen también en el mito de la fundación de la ciudad de Roma, en el que los jóvenes Rómulo y Remo eran criados por una loba y el primero acababa uniéndose a un grupo de jóvenes para crear la urbe que lleva su nombre.